La quinta ola deja en Atención Primaria 200 nuevos pacientes cada día y 4.000 casos activos

Sin embargo, a diferencia de aquellos meses de principios de año, el avance de la vacunación ha provocado que el público diana del coronavirus haya virado. Son ahora los jóvenes, en su gran mayoría, los que están registrando positivos por centenares.

La baja letalidad del virus en estas edades, así como la posibilidad de que estos sufran síntomas más graves, ha permitido contener la oleada en los hospitales de la provincia, que apenas han visto incrementar -de momento- el número de ingresos.

El muro de contención está siendo una Atención Primaria que el propio portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, situaba al límite del colapso en León.

Del 30 de junio al 6 de julio, en apenas una semana, los facultativos de los centros de salud han tenido que atender a miles de leoneses aquejados por la infección. En esos siete días, Sacyl ha registrado 1.400 pacientes más, una media de 200 nuevos enfermos diarios -con prueba PCR o de antígenos positiva- y aplicado el consiguiente proceso de seguimiento de la persona.

Desde la Gerencia en León, José Pedro Fernández reconoce que se ha tenido que aumentar la capacidad de 'Covid AP', se ha solicitado el incremento del número de rastreadores en la provincia -hasta ahora no llegaban al centenar- y en una sola jornada se quintuplicó el número de llamadas a la línea que la Junta tiene destinada a casos covid, al pasar de 200 a 1.000 en un día.

«Todavía no está afectando al normal funcionamiento del resto de consultas en los centros de salud, pero estamos viviendo una situación que nos preocupa», afirma Fernández.

El ingente volumen de contagios ha hecho que León pierda la trazabilidad de sus casos. Sólo uno de cada cuatro contagios logran ser 'rastreados'. Además, la positividad de las pruebas realizadas se ha disparado y, de cada cinco PCR, una es positiva.

En el lado positivo se encuentra el descenso del número reproductivo instantáneo, situado en 1,37%, el más bajo de toda la comunidad, lo que podría indicar que, aunque aún disparado, el virus tiende a contenerse.

Desde la Junta de Castilla y León se recuerda que no se puede bajar la guardia hasta alcanzar una inmunidad de rebaño que se sitúa en el 70% de su población vacunada con las dos dosis.

Para llegar a esos niveles será necesario seguir descendiendo en el rango de edad, estancada desde hace dos semanas en los 36 años, aunque desde Sanidad siguen dando preferencia a administrar las segundas dosis de los más mayores.

Un total de 50.000 leoneses quedan pendientes de vacunar en la provincia, todos aquellos que se encuentran entre los 35 y los 16 años de edad -fecha límite para esta campaña de vacunación-, y a los que se espera entregar su dosis cuando Sanidad estime que existen los sueros suficientes.