«Queremos ser la voz de nuestras familias y pedir paz y que se haga justicia en Venezuela»

Con una sola voz y al grito de «Venezuela, libre» más de 200 personas se concentraban esta tarde de sábado 17 de agosto en la plaza de Botines. Con los colores de su bandera brillando con fuerza bajo el sol estival, la comunidad venezolana en León seguía el ejemplo de más de 350 ciudades en todo el mundo que han salido al unísono para denunciar el fraude en las elecciones celebradas en el país americano el pasado 28 de julio.

Rojo, amarillo y azul conformaban el pantone de una protesta en la que las historias han ido pasando de voz a voz para presentar a León la realidad que viven sus compatriotas al otro lado del charco.

«El 28 de julio fueron las elecciones donde obviamente no ganó Maduro, pero quiere seguir siendo el dueño de Venezuela», explica Karina Cedeño, una de las venezolanas afincadas en León que forma parte de la manifestación y que ha decido secundarla para «que se haga justicia. El pueblo ya salió a votar y hoy queremos paz, solo paz y libertad, nada más», sigue.

Entre las historias que han conmovido a los leoneses que se han parado a apoyar a sus vecinos venezolanos la de Zugeimar Amas, que perdió a su hijo, Neomar Lander ,en las protestas de 2017 y que se convirtió en un símbolo de la represión y la lucha contra el régimen chavista.

«Desde entonces juré que seguiría la lucha que llevamos por la libertad de Venezuela, por querer un futuro mejor en el país. Yo estoy fuera de Venezuela pero no estoy ausente nunca, y trato siempre que puedo de alzar la voz aunque sea doloroso porque está prohibido olvidar», dice Zugeimar.

Unidos, piden a la población leonesa, española e internacional apoyo, y que acojan como han venido haciendo hasta ahora a todos los compatriotas que han tenido que salir del país. Porque desde fuera quieren ser la voz de sus familiares y amigos y poner en el foco de la política internacional la situación de su país.

Lino Valderrama vive desde hace siete años en León. Tuvo que salir de Venezuela «por una cuestión de supervivencia, de vida o muerte», pero nunca ha dejado de tener presente su tierra. Cree que el 28 de julio el pueblo venezolano «volteó la tortilla» y «la represión y censura por pensar distinto y por reclamar el triunfo de la oposición ahora es un delito que no toleran».

Es por eso que este sábado las calles de León se han teñido del color de la bandera venezolana para ser la voz desde España de sus familiares y amigos y poner en el foco de la política internacional la situación de su país.

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