Psicosan ofrece terapia psicológica gratuita a personas que estén en primera línea frente al coronavirus

Son días difíciles. De quedarse en casa por la salud de todos y por el trabajo de los sanitarios que día a día intentar curar a los afectados por una pandemia que ha puesto a toda la humanidad en circunstancias excepcionales. Un parón en la rutina diaria que cambia los esquemas y para el que es importante realizar un trabajo psicológico. Por eso, el psicólogo Luis Méndez, desde la consulta Psicosan en León capital, pone a disposición de la sociedad herramientas que ayuden a digerir mentalmente todo este vuelco emocional.

Además, desde Psicosan, conscientes de las dificultades que viven aquellos que en primera línea hacen frente a la enfermedad o los que siguen trabajando para mantener los servicios esenciales, ponen a disposición un servicio gratuito de terapia online de dos horas diarias a razón de media hora por paciente. El teléfono es el 667 015 527, donde se puede llamar o escribir para concretar la cita.

«Lo principal es esa necesidad de consueling y desahogo con los sanitarios. Poco más se puede hacer en este momento. Eso ya es un gran paso y es suficiente. Los psicólogos somos como un receptáculo, recibimos emociones de personas que igual no se las quieren contar a familiares, por ejemplo, quizá por no preocuparlos. Además, alivia también saber que un psicólogo no te juzga y se puede descargar y hablar con confianza. Luego, en función de ese consueling ya marco la terapia», indica Luis Méndez.

Lo esencial es tener una vida con una rutina que siga el ritmo natural de cada persona y del ambiente. Hay que mantener por ejemplo las horas de comida que tenemos, no distorsionar la rutina y mantenerla lo más cercano a la normalidad. El ejemplo es parecido al síndrome posvacacional, pero esto es peor. Hay que mantenerse haciendo actividades.

También el ritmo natural es importante. Adaptarse a no agobiarse con la gran cantidad de propuestas que encontramos en las redes sociales. La fijación de retos tiene que ser controlados, porque al final si intentamos cambiarlo todo de un día para otro se puede generar frustración al no conseguirlo. De ahí las rutinas marcadas, decidiendo lo que quieres hacer. Con pocas cosas es suficiente. Hay que contar con que las redes sociales a veces son un reflejo equivocado de la realidad.

Para la gente que está trabajando, la normalidad sigue funcionando. Depende de la persona puede ser duro o un alivio. La recomendación es seguir las normas de protección y confiar en que funcionan y gestionar el estrés que eso provoca. Otra técnica es pensar en que se reducen mucho las posibilidades de contagiarse mientras trabajas si se mantienen esas normas de protección.

Otra de las cuestiones es centrarse en el momento. Lo que se tiene que valorar es cómo me encuentro en el día de hoy y en este momento. Y no preocuparse por cosas que igual no llegan a suceder, lo que se llama la ansiedad anticipatoria.

El cerebro se puede empezar a acomodar a la situación de estar en casa. Con las rutinas, generamos orden en el cerebro y que el órgano realice un esfuerzo. Hemos evolucionado tecnológicamente mucho, pero biológicamente somos iguales desde los inicios y esto se traduce en que el cerebro necesita orden para seguir adelante. Aunque ahora mismo la gente se está empezando a adaptar a esta situación de confinamiento, no podemos dejar que esa adaptación nos haga ser perezosos. Por eso, con la ampliación del estado de alarma, si caemos en esa trampa, va a tener consecuencias. El hecho que a mi me preocupa es que a las personas que tienen dificultades de ansiedad y encuentren su oasis aquí, les va a costar volver a empezar. Tantos días nos puede generar mayor irritabilidad o frustración estado de ánimo. Lo importante es mantenerse activo, porque el pico de actividad en el cerebro puede caer y no podemos dejar esto pase.

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