Las protestas por el toque de queda acaban con sillas volando, contenedores por el suelo y al grito de libertad en la plaza de Regla

Bengalas y carreras alertaban a muchos curiosos hacía el Ayuntamiento de la capital situado en la Avenida Ordoño II. Poco tardaron en comprobar la gran presencia policial y abandonar el lugar. En unos minutos tres furgones de antidisturbios de la Policía Nacional frenaron al inicio de la avenida y comenzaron a caminar en formación hacía el consistorio.

Cuando llegaron sólo quedaban decenas de curiosos agolpados en las aceras. Un nuevo aviso y el conflicto se trasladó al entorno de la plaza de la Inmaculada. De nuevo decenas de personas, en su gran mayoría menores de edad, volvían a correr por las calles de la capital huyendo de los agentes.

Los antidisturbios replegaron sus efectivos y de nuevo otro aviso. La plaza de Regla. Sillas, mesas y sombrillas de los bares y restaurantes de la zona volaron por los aires a manos de un pequeño grupo de manifestantes.

No tardaron en llegar al lugar los efectivos de la Policía Nacional y con ellos una relativa calma y tranquilidad al lugar. Apostados en medio de la plaza, como si tratasen de proteger la propia catedral de la capital vigilaban a los manifestantes que poco a poco crecían en número.

Sillas volando en la plaza de Regla, contenedores volcados en el entorno de San Marcos, retrovisores y vehículos dañados en calles cercanas a la Inmaculada y diversos incidentes en lo que ha sido, de todo, menos una concentración.

La convocatoria, que no secunda ningún grupo, se ha hecho por redes sociales en días previos, pero sin comunicación a la Subdelegación de Gobierno. Al principio, diversos grupos han ido montando el caos en diferentes zonas de la capital leonesa, para finalmente concentrarse en la plaza de la Catedral.

En torno a las 21:30 horas había en la plaza cerca de 300 personas que comenzaron a increpar a las autoridades al grito de «libertad». Tras un incidente entre los manifestantes los antidisturbios, cercanos a la veintena, comenzaron una carga policial hasta que la concentración se fue disolviendo poco a poco.

Los controles siguieron por varias zonas de la capital leonesa, pero pasadas las 22:00 horas de la noche, coincidiendo con el toque de queda, no hubo más altercados.