Protestas entre mantas y pijamas en el IES Antonio García Bellido: «Sin calefacción no hay educación»

En el Instituto Antonio García Bellido de León, las temperaturas no solo están congelando las aulas, sino también colmando la paciencia de la comunidad educativa. Una caldera averiada desde el pasado viernes ha dejado a profesores y alumnos dando clase a menos de 10 grados, lejos del confort térmico recomendado por ley. Después de años de problemas sin solución, el instituto ha sido testigo este miércoles 22 de enero de una protesta con pancartas y lemas que claman contra lo que consideran un abandono por parte de las instituciones.

La caldera del García Bellido lleva cuatro años funcionando de forma deficiente, y el pasado viernes finalmente dejó de operar. Desde entonces, las aulas se han convertido en una gélida trinchera. «Estamos a menos de 10 grados en clase. Nos han mandado seis radiadores para un edificio entero, lo que es totalmente insuficiente», denunció Jaime Iglesias, profesor del centro. Además, explicó que las soluciones provisionales propuestas por la Dirección Provincial, como agrupar alumnos de diferentes clases en un aula para reducir el número de espacios a calentar, son inviables: «No puedes mezclar grupos con materias diferentes. Es absurdo».

Las pancartas y los lemas, como «Sin calefacción no hay concentración» o «Estamos a 8 grados, ¿a cuántos tu despacho?», resumen el descontento de alumnos, profesores y padres. Algunos profesores y alumnos han traído sus propios radiadores y mantas, mientras que la Dirección Provincial, según denuncian, «permanece en despachos cómodamente calefactados».

A pesar del descontento, la comunidad educativa sigue cumpliendo con su jornada laboral y estudiantil. Sin embargo, hay límites. Ante la sospecha de que la situación no mejore en los próximos días han convocado una reunión para el próximo lunes a las 11:20 en el hall del instituto que será clave para definir las siguientes acciones.

La presidenta del AMPA, Marián Folgueral, también criticó la falta de transparencia y las coacciones hacia alumnos y profesores: «No se nos informa de lo que realmente ocurre. Pedimos que se respeten los derechos fundamentales, como la libertad de expresión y el derecho a huelga».

Aunque se ha prometido una reparación para antes del próximo lunes, la comunidad educativa no confía en este plazo. «La pieza que necesitan para reparar la caldera viene de Alemania, y la avería es mucho mayor de lo que dicen. Creemos que el problema se extenderá más de 20 días», advirtió la presidenta del AMPA. Ante esta perspectiva, las familias no descartan medidas de presión más contundentes, como dejar de enviar a los alumnos al centro.

Con pancartas que rezan «El frío congela nuestras neuronas» y «Aulas frías, mentes distraídas», alumnos, profesores y familias han dejado claro que no cesarán en su lucha hasta que se resuelva la situación. La comunidad educativa exige respuestas rápidas y concretas, al tiempo que reclama mayor compromiso con la educación pública.

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