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El abandono de animales es un mal endémico que persigue a la sociedad desde hace muchos años. A pesar de las continuas campañas institucionales que abogan por evitar siempre esta práctica, lo cierto es que se sigue haciendo. Y no de manera puntual ni pequeña ... precisamente.
Son muchas las veces que en medios de comunicación o a través de carteles en la calle se intenta concienciar sobre la responsabilidad que conlleva tener una mascota en casa, ya que mucha gente piensa que éstas están únicamente para servirles a ellos sin tener en cuenta la multitud de gastos y necesidades que tienen en su cuidado. Porque tener a un perro o a un gato, por ejemplo, no es algo sencillo. Son animales que necesitan atención de todo tipo y eso tiene consecuencias a muchos niveles, como social y económico.
Más allá de los animales abandonados se encuentran los que carecen de hogar, no ya desde una determinada parte de su vida sino desde que nacen. Es decir, los que nacen ya en la calle. Y para luchar contra ello una de las asociaciones más potentes a nivel global es la Sociedad Internacional para los Derechos de los Animales, que tiene como motor el concienciar sobre el problema de abandono de mascotas y promover proyectos de acogida. En 1992 decidieron que el 20 de agosto se dedicara al Día del Animal Sin Hogar para «educar a las personas sobre el abandono de mascotas, los animales salvajes y los beneficios de esterilización de los animales domésticos».
Son las protectoras de animales los que salvan del infierno de las calles a animales domésticos y callejeros, predominando sobre todo los perros y los gatos. Por ejemplo, en León la protectora se ha hecho cargo de 246 perros y gatos en total en el primer semestre de 2022 y ha dado de adopción a 185 animales. Más concretamente acogieron a 196 canes y 51 gatos. Respecto al primer semestre del pasado año 2021 los números totales son similares, ya que se hicieron con 243 y dieron salida a 122.
Sin embargo, la diferencia está en el número de gatos acogidos: mientras en 2022 apenas superaban el medio centenar (51), en 2021 superaban los cien holdagamente, con 112 gatos acogidos. Es decir, 61 gatos menos en este año. En perros, en 2021 acogieron a 131, mientras que en 2022 lo hicieron con 196.
¿El motivo de la bajada de felinos en la protectora de León? El incremento de las exigencias para su acogida. Esto se debe a que el año pasado entró una pequeña camada con una enfermedad que se llevó por delante a un elevado número de felinos a pesar de la previa vacunación a la que se les somete antes de entrar de lleno a la gatera. Y es que el proceso de internamiento de un gato en las protectoras no es nada sencillo. Debido a esto, en la asociación el número de felinos acogidos en el primer semestre de 2022 es casi la mitad que el año pasado. Además, también han endurecido su línea de actuación en cuanto a dar entrada a más gatos de los que pueden meter.
Al ser asiduos en la adquisición de enfermedades, las protectoras les 'aíslan' durante los dos días posteriores a su recibimiento. Pasadas esas 48 horas les vacunan, y tres días después los felinos pasan a otra jaula donde habitan los gatos vacunados y permenecen 20 días antes de que les transporten hasta otro habitáculo. Durante esa veintena de días se les 'testa' y se les controla que todo vaya bien.
Sin embargo, fuentes de la Protectora leonesa intentan 'parar los pies' asegurando que coger a los gatos callejeros quitándoselos a sus madres «no es bueno», ya que «en las jaulas los gatos despiertan sus enfermedades», advierten. Bien es cierto que remarcan también que en León durante los meses de verano las cifras de abandonos de mascotas no se incrementan, como pasa en la mayoría de lugares debido a que los dueños se marchan de vacaciones. La cifra estival de abandono en la ciudad leonesa no aumenta pero tampoco desciende: se mantiene estable durante los meses veraniegos.
Inciden en que «no se puede coger camadas de colonias», si bien «no son lo mismo que un gato doméstico». Su labor corre siempre en beneficio de los animales sin hogar, pero hay veces que les es imposible acoger a animales y juntarlos con los de su misma especie, algo que pasa principalmente con los gatos. «Si no se puede no se puede», aclaran, momento en el que son destinados a una casa de acogida en detrimento de la protectora.
Aunque son ciertamente conocedores de la responsabilidad que tienen de acoger obligatoriamente a todos los gatos, la situación ya se la han explicado a la policía y al Ayuntamiento, quienes les ha dado el visto bueno para tomar las debidas precauciones sanitarias y rechazar el internamiento de determinados felinos con enfermedades letales y contagiosas para sus homónimos.
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