Los profesores leoneses, obligados a poner más de mil 'notas' en una tarde

Pero este aspecto, «algo positivo que traía la LOMLOE», según destacan desde la Junta de Personal Docente de León, se ha convertido en un «caos» por la mala organización de esta prueba y la «ridícula» recompensa que se da a los docentes que participan en ella.

En este curso, las asignaturas evaluadas fueron Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas (que siempre lo son en esta prueba), además de Inglés, en unas pruebas que tuvieron lugar los días 29 y 30 de abril y el 2 de mayo. Y los profesores vivieron un «caos» a todos los niveles.

«Apenas les han dado una tarde para corregir estas pruebas», denuncian desde la Junta de Personal Docente de León, que pone como ejemplo un caso llevado por una profesora de Inglés en un aula con 22 alumnos, obligada a corregir 48 ítems, es decir 48 «notas» a diferentes aspectos en una rúbrica, por cada alumno: en total, 1056 'notas' en una tarde, que fueron subidas a una plataforma de la consejería de Educación.

«Esa es una clase relativamente pequeña y en Inglés, que es la asignatura con menor número de ítems. Lengua y Matemáticas tienen más. Es una sobrecarga de trabajo y burocracia excesiva», lamentan desde la Junta de Personal Docente, que también consideran que se necesita más «sosiego y tiempo» para corregir una prueba de este estilo.

Otra de las críticas se hace a la «recompensa» ofrecida por la adminstración, que es de «15 horas de formación». «Pero esto no es formación, es trabajo en horas extras y eso se recompensa pagándolas. Ni se les libera de otras tareas ni se les recompensa», vuelven a lamentar desde la Junta de Personal Docente.

Además, lamentan que se haya examinado a los alumnos de contenidos «que aún no se han impartido», puesto que estas pruebas evalúan el contenido completo de un curso que aún no ha acabado, algo que también denuncian desde la secretaría de Educación de UPL. Su responsable, Sheila Fernández, ha criticado esta evaluación de diagnóstico como «atropellada y deficiente», además de ser pruebas «largas, con instrucciones complejas».

Por último, también insisten en que la esencia de estas evaluaciones de diagnóstico es «detectar problemas de los centros para enviar más recursos a quienes lo necesiten» y que no sirvan para hacer «ránkings» que «los centros concertados puedan utilizar para aumentar sus matrículas».