Una profesora leonesa en Valencia: «Se nos cayó el techo de una clase»

Elena Muñoz, leonesa de 26 años, es profesora en una de las escuelas de Valencia que se vieron afectadas por la crudeza de la que ya es considerada 'la DANA del siglo'.

«Se nos cayó el techo de una parte la clase», explicaba aún sorprendida por lo sucedido. «Después, se nos rompió todo el toldo de la entrada de la escuela y entonces, la barra empezó a dar golpes al cristal y casi lo rompe», recuerda. «Tuvimos que salir en medio del vendaval con un cúter a cortar el toldo para que no se volara por ahí y causara más daños».

Elena explicaba también los graves problemas que estaban teniendo con la luz y el agua: «La luz empezó a parpadear un montón».

Fue una de las muchas personas que tuvieron que enfrentarse cara a cara con la DANA para regresar a sus casas. «Me costó muchísimo llegar al tranvía porque el viento me empujaba hacia las paredes de los edificios y, por suerte, el tranvía seguía funcionando, pero los colegios ya estaban cerrados, la universidad ya estaba cerrada, los parques ya estaban cerrados y no fue hasta las ocho de la tarde que dieron la alerta y, para entonces, ya estaba casi todo inundado», relata.

Aunque la población intenta volver a la normalidad, las consecuencias de esta tormenta siguen siendo más que evidentes: «Este jueves por la mañana nos hicieron dar las clases online porque claro, todo sigue cerrado, metro cerrado y tranvía cerrado».

La situación con el abastecimiento de agua tampoco ha mejorado en exceso en estas últimas horas: «Cortaron el agua de mi edificio y de todo el barrio, entonces la gente como una histérica ha estado comprando millones de botellas y de garrafas en los supermercados, parecido a lo que pasó con el papel higiénico durante la crisis de la Covid, y ahora no hay agua para nadie en los supermercados», lamenta.

Todo está intentado volver a la normalidad en la calle, pero todavía no han levantado la alerta y los colegios y universidades seguirán cerrados hasta el lunes. «También nos ha sonado una alerta en el teléfono que nos pide que evitemos los desplazamientos por carretera».

«Conozco a más leoneses aquí, pero afortunadamente no han estado nada afectados», añadía aliviada. Sin embargo, el barrio de una amiga que está cerca de la playa estaba «todo inundado y con todos los coches ya flotando».

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