El privilegio de proteger a León

La capital del viejo reino guarda entre sus crónicas con letras de oro a la figura de los maceros reales, nacidos en época de Alfonso XI, y que por privilegio real de Juan II, renovado en 1666, parte con cuatro reyes de armas y su particular ropaje.

Fernando, Roberto, José y Miguel encarnan hoy dicho privilegio y representan a los maceros del Ayuntamiento de León. Su vestimenta actual data del año 1935 y tiene a la maza como elemento principal, con su origen medieval, que representaba el arma de estas figuras históricas.

Representación y dignidad es lo que celebra este noble póquer de maceros con ropón de terciopelo carmesí y galón de plata, escudo al pecho, pluma en señal de linaje y maza real. «El escudo de las mangas es lo más vistoso. Además portamos la maza, elementos de la bandera de España y un medallón con eslabón cuadrado en representación de grandeza».

El origen se remonta a la constitución del primer ayuntamiento de España, el de León. Ya en el pasado siglo, se confirman las características de estos cuatro maceros, más dos suplentes, que debían medir 1'71 metros y recibían un sueldo de 15 pesetas por servicio. Ahora, cada servicio sustituye a una jornada laboral.

El protocolo marca que estas cuatro figuras parten en cabeza de la comitiva municipal. «Siempre vamos delante de la corporación, les damos paso y tenemos la función de protección de todos ellos».

Hoy, todos son policías locales que sirven como guardia de la ciudad. Para acceder al puesto se convocan las plazas, no hay requisitos de altura, y tienen marcadas nueve salidas al año. En Semana Santa lo hacen el Domingo de Ramos y el Viernes Santo; también participan en las Cabezadas y las Cantaderas. Además, comparten protagonismo durante el Corpus, el Corpus Chico, la misa de San Juan, la visita a las Concepcionistas y la fiesta de San Marcelo.

Algunas mujeres ya han participado en las salidas y esperan que poco a poco las nuevas generaciones de agentes se sumen para poder dar el relevo a este histórico privilegio. «Hay servicios mejores y peores. Algunos son muy duros porque no nos sentamos y debemos mantenernos firmes de pie. Pero para nosotros cuatro es algo importante y por eso lo hacemos». Y es que estos cuatro policías intentan evitar que la honorable tradición no se pierda, como ocurrió hace décadas en los que no lograban ni conformar la cuadrilla.

Dignidad. Un privilegio real con el que cuentan pocos ayuntamientos. Un honor real para proteger al poder de la ciudad. Los cuatro maceros reflejan la historia, el blasón y el regio origen de León, de una urbe de reyes y leyes que parte en los días grandes para honrar una historia innegable.