Poniendo cara al 'Tinder' de la amistad

Un encuentro entre desconocidos. Una cita a ciegas con la que poner la semilla de una amistad. Los nervios del primer día pronto fueron desapareciendo. El paso más difícil ya lo habían dado y era momento de poner cara a ese mensaje de texto.

Un grupo de jóvenes residentes en León han asistido a un encuentro entre personas que no se conocían de nada. Se trata de una actividad guiada por la psicóloga Vicky Berjón para establecer una red de contactos que facilite la creación de nuevos grupos de amigos.

Se trata del tercer encuentro, en el que se ha juntado a jóvenes de entre 18 y 25 años. Antes, otros grupos de edad ya han tenido su primer contacto.

Una pregunta y un dado ha sido suficiente. El número del dado marcaba quién debía responder a la pregunta que otro de los asistentes habían lanzado. Así han empezado a romper el hielo estos 13 chicos y chicas que han aceptado el reto en busca de objetivos diferentes y un fin común.

Vicky ha hecho de pegamento para juntar a este grupo a través de las redes sociales. Esta psicóloga sanitaria vio en muchos pacientes la carencia de apoyo social en su entorno. Sus propias amigas le lanzaron esta idea y decidió montar el proyecto para «dar una oportunidad a personas de fuera, que hayan tenido una ruptura o perdido amistades para que se puedieran conocer sin coste ni compromiso».

Una amplia mayoría son de fuera y, por circunstancias de su propia vida, han acabado residiendo en León. La primera experiencia se hizo en Valencia y ahora se ha querido dar una réplica en León. «Fue tras una consulta con una paciente. Me daba impotencia que, siendo jovencita y estudiando en la Universidad de León, no tuviera la oportunidad de tener amigos en esta etapa porque los grupos ya estaban dados en clase», reconoce la psicóloga.

Al encuentro han asistido diferentes perfiles y todos ellos, con más o menos vergüenza, han acabado participando en su primer cara a cara.

Guillermo llegó a León por su pareja y quiere conocer nueva gente. «Vengo con expectativa de conocer gente. Soy de los más mayores, porque tengo 26, y espero encontrar a gente con gustos parecidos a los míos. Creo que puede haber 'feeling' con ciertas personas». El perfil de este participante es el de una persona extrovertida, al menos esa es la imagen que da, ya que él mismo se reconoce como «el más vergonzoso del planeta» que, sin embargo, cuando se lanza «va a por todas». «No es que me cueste hacer amigos, lo que me cuesta es darles confianza. Me considero muy exigente a la hora de encontrar a alguien con quien llevarme bien».

Otra de las asistentes se llama Estela. Tiene 24 años y es asturiana. Estudia en la Universidad de León y, a través de su compañera de piso, encontró esta oportunidad en las redes sociales. «Hablé con Vicky por Instagram y me metió en el grupo. Al principio se hablaba bastante, luego disminuyeron las conversaciones. Una vez que se anunció esta reunión sí que vengo con ilusión por ver lo que va a ser». Se reconoce como una persona muy centrada en sus estudios, a lo que dedica gran parte de su día. Sin embargo, vio la necesidad de «salir y socializar» ya que le iba a venir «bien» para conocer nuevas gente y buscar actividades alternativas.

La propia terapeuta, Vicky, también reconoce «los nervios y un poco de vergüenza» en el primer día, pero todo esto le merece la pena porque «salgo con un chute de gratificación enorme y lo disfruto un montón». Tiene ya montado otro grupo de 30 a 35 años, que están montando planes para hacer un reencuentro. Y a ello se suman otras franjas de edad, incluso un grupo de «mamis» de 55 a 65 años. «Espero que los prejuicios vayan pasando. La pandemia nos hizo encerrarnos y ahora tenemos que liberarnos y enfrentarnos a situaciones sociales que nos han llevado al aislamiento».

Y con solo una sesión, los primeros planes ya han ido saliendo adelante en este grupo. Han hablado de ir a la montaña, a la playa, a una ruta o realizar el descenso del Sella. De momento, tras esta primera cita, se han ido a tomar algo.

La experiencia ya está en marcha y paso inicial se ha dado. Todos han puesto de su parte y han plantado la semilla de la que esperan florezca una amistad y un nuevo grupo de amigos que León una para siempre.

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