Pongamos que hablo de Madrid

En fin, me pongo a intentar refrescarles estos días tórridos- y menos mal que no estamos en Sevilla- con las últimas ocurrencias de nuestro Ejecutivo aunque les prometo que no voy a hablarles de la subida de la luz, que eso nos enciende todavía más a todos y no está el horno para bollos (nunca mejor dicho).

Estaba el otro día viendo el telediario y sale de pronto uno de los enésimos Ministros de Sánchez- que tiene tantos que es imposible conocerles a todos y, la verdad, no sé para qué, porque, con la que está cayendo, ha sido tomar posesión y marcharse todos de vacaciones (sin comentario)- bueno, a lo que íbamos, que sale en las noticias uno de los ministros de Sánchez, el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, diciendo que le ve recorrido a una feliz idea que acaba de alumbrar el socialista Ximo Puig de crear un impuesto para que la Comunidad de Madrid compense al resto de las autonomías por lo que él llama «efecto capitalidad». Qué curioso hombre que esta propuesta parta, precisamente, de quien preside la Comunidad Autónoma mas despilfarradora…… en fin, como siempre…. quien más habla, más debería callar…

Afirma el jeta de Puig que «hay que abordar el tema de forma decidida» , tesis que, de primeras, apoyó acérrimamente la ministra Montero recordando, primero, que no es de recibo que las Comunidades le pidan dinero a ella si, como Madrid, deciden bajar su carga impositiva autonómica; no contenta con ello, va y añade, que el efecto capitalidad atrae una mayor inversión, un mayor volumen de renta y una mayor capacidad recaudatoria a la que no tienen acceso otras Comunidades Autónomas. Vamos, que, de entrada, se tiró de cabeza a lo que J.M. Nieto, en una de sus ocurrentes viñetas- más que recomendables- ha llamado «la tasa sobre el chotis añadido».

Pues bien, desenredemos este amago de culebrón fiscal del verano.

Sobre la primera afirmación de la ministra, le vendría bien un repasito a la Constitución, al concepto de autonomía financiera del artículo 157 CE y al actual Modelo de financiación de 2009- que como Ministra de Hacienda debería conocer a fondo- que permiten a las Comunidades- a Madrid, y a todas- tomar determinadas decisiones sobre su fiscalidad sin que la señora Ministra tenga que cuestionarlas o ponerlas en duda. Y ya puestos a cuestionar ¿qué tal dejar de mirar a Madrid- vaya obsesión que tienen- y volver la vista, por ejemplo, al régimen privilegiado al País Vasco con el que tan cómodos se sienten ella y su jefe?

Ah eso no conviene, que al fin y al cabo gobiernan con su anuencia y todo lo que pidan y más, hay que dárselo. Es mejor tirar de demagogia y hablar de Regiones ricas y pobres, o de la balanza fiscal que tanto les gusta a los catalanes…. Cortinas de humo que encubren la incapacidad supina de gestionar de forma competente el dinero de todos.

En todo caso, y para los legos- entre ellos la propia ministra- el dinero que dice la Montero que le piden las Comunidades Autónomas al Estado se corresponde con el reparto de fondos que son de todos los españoles- no del Gobierno- y que se distribuye conforme a los criterios que se aprobaron por todas las Comunidades en 2009, sin que entre los mismos esté, afortunadamente para Ximo Puig, la capacidad demostrada de gestión fiscal y económica, que si no Madrid multiplicaría su disponible y Valencia no recibiría ni un solo euro.

Tampoco está de más recordar que entre los fondos que se pactaron en ese modelo de financiación de 2009, derivado directo del artículo 158 de la propia Constitución, está el de solidaridad interterritorial que sirve para corregir los desequilibrios territoriales y el principio de solidaridad, garantizando la prestación de los servicios públicos esenciales en todas las Comunidades Autónomas- educación, sanidad, dependencia- siendo Madrid, con mucho, la que más aporta, según datos del propio Ministerio de Hacienda- hasta el 68% en 2018 y subiendo-.

Pero de eso ni Puig, ni Montero dicen nada porque demostraría que la política de contención y rebaja fiscal madrileña, muy alejada de la vorágine recaudatoria del actual Ejecutivo de España - solo justificable por la necesidad de sostener un gasto público elefantiásico y más desbocado que nunca- no solo no perjudica al resto de España, sino todo lo contrario.

No obstante, alguien del Ministerio con más luces -al menos en lo que se refiere a conocimientos en materia financiera y fiscal- debe haberle explicado a esta señora cómo son las cosas, porque tras ese patinazo- más que habitual en ella- el Gobierno ha dado carpetazo a la luminosa idea de Ximo. La misma Montero ha negado vehementemente que el Ejecutivo tenga en mente asumir la propuesta del Presidente de la Comunidad Valenciana para crear un impuesto que grave los beneficios asociados a Madrid por su condición de capital de España.

Pese a haberle puesto ojitos- que todo lo que sea atacar a Ayuso, bienvenido sea «pongamos que hablo de Madrid»- al día siguiente de las declaraciones de su colega Escrivá, y con la salida en tromba de muchos Presidentes autonómicos, incluso suyos, para oponerse a ella, la Ministra de Hacienda ha dicho literalmente: «esa propuesta no está en la agenda del Gobierno, ni lo va a estar nunca»…. Uy qué miedo ¿por qué será que yo ya no me creo nada?