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La coalición formada por PODEMOS e Izquierda Unida en León manifiesta su profundo rechazo ante las sanciones impuestas por la Junta de Castilla y León por el derribo de las fachadas de la Rúa. Desde ambas formaciones consideran que las sanciones no representan en absoluto ... una proporcionalidad, no sólo con la pérdida patrimonial, sino también con la actuación del Ayuntamiento de León y la empresa constructora.
Para Nael Blanco, candidato de PODEMOS-IU a la alcaldía de León, «se trata de una sanción que, claramente, no representa un elemento disuasorio para futuras actuaciones similares, sino que incluso puede animar a que se repitan. Cuando a una empresa le resulta más barato asumir la multa por derribar una fachada histórica que asumir los costes de su mantenimiento, el camino abierto resulta peligroso.» En esta línea, PODEMOS e IU manifiestan su preocupación por «lo barato que sale destruir patrimonio histórico».
Carmen Franganillo, número 2 de la lista de Podemos-IU, señala que «resulta muy grave que desde el propio Ayuntamiento se promuevan incumplimientos de la Ley y Reglamento de Patrimonio de Castilla y León, así como de la propia normativa municipal del casco histórico y del PGOU. Un Ayuntamiento como León, con su ingente patrimonio histórico, debería tener mucho más claros los procedimientos patrimoniales y técnicos, los límites competenciales y los mecanismos de control, siendo los primeros interesados en conservar su patrimonio y no en destruirlo».
Desde ambas formaciones insisten en la «necesidad de apostar por el Patrimonio histórico, no como un escaparate electoral de grandes titulares, como nos tiene acostumbrados el alcalde, sino como un elemento clave en el desarrollo turístico, económico, identitario y cultural de León». Por ese motivo, Víctor Bejega, arqueólogo y miembro de la candidatura, cree que «la sanción impuesta es insuficiente y deberían depurarse responsabilidades, identificando quién firmó la autorización de derribo, cuáles fueron las causas reales del riesgo de derrumbe de la fachada, si se tomaron las medidas pertinentes para apuntalar y proteger la fachada desde el inicio de las obras, o si se llevaron a cabo los controles de obra necesarios para garantizar la conservación de la fachada».
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