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Dos personas accedían este martes al enverjado que desde hace años bordea la extinta azucarera Santa Elvira. Acudían con aparatos que miden la topografía de una zona que afrontará en los próximos meses una reclamada transformación.
El edificio sobre el que se debía levantar el futuro Palacio de Congresos de León ya se prepara para su nueva vida. Los trabajos topográficos han empezado y tras ello llegará el turno de la burocracia como último paso para que la reconversión de esta antigua fábrica sea una realidad.
La empresa Decolesa S.A. será la encargada del proyecto al que accedió mediante un concurso que tuvo seis propuestas diferentes. Tuvieron que presentar una memoria técnica y una oferta económica y la suya fue la más equilibrada. «No era la más arriesgada, pero sí era la más lógica y realizable», explica el director técnico Andrés Valdés.
La adjudicación provisional de la envolvente pasará a definitiva, previsiblemente, en la junta de gobierno local de este viernes. Posteriormente se formalizará el contrato entre Ayuntamiento de León y Decolesa, se redactará el proyecto y, tras su aprobación, la empresa dispondrá de 15 meses para ejecutarlo. Las obras podrían empezar este mismo año y estar concluidas a principios de 2026.
La principal tarea será desmontar los arriostramientos externos cuyo alquiler cuesta casi 90.000 euros al año. Se trata del trabajo técnico más complicado y se ejecutará una vez que los 'tirantes' se levanten por dentro para garantizar la estabilidad de la azucarera.
El planteamiento ganador llevaba como base la creación de un espacio utilizando arriostramientos interiores. Con ello se dotará al edificio de un espacio lúdico, «tipo espacio de conciertos y cine de verano», y se acondicionarán los espacios exteriores que ahora se encuentran libres de construcciones.
Habrá una plaza que mirará hacia el barrio de La Sal, y que llevará por nombre 'plaza de Azúcar y Sal', con un guiño al pasado como azucarera Santa Elvira y a su ubicación.
Y el otro foco de actuación será alrededor de la chimenea que llevará una iluminación escénica y quedará bordeada de una plaza con toldos de expansión para conectar el nuevo edificio con el Palacio de Exposiciones.
La propuesta también incluye el uso de una cafetería existente -que no tiene utilidad hasta ahora- en el Petit Paláis, a la que se dotará de mobiliario para que el Ayuntamiento de León haga una concesión de ese edificio.
La otra novedad llegará en la nave norte de la azucarera -el lugar que hubo que tapiar ante la presencia de okupas- y donde habrá un salón de actos y de reuniones con capacidad para 200 personas y servicios higiénicos. Será la denominada Sala de Columnas por los pilares metálicos que tiene.
El director técnico habla de un «espacio a reutilizar, de carácter lúdico y de ocio» que servirá para realizar eventos al aire libre que complementen lo que se hace en el Palacio de Exposiciones. «Sería ideal para el Monoloco o ese tipo de festivales porque dispondrá de conexiones eléctricas o una pantalla para proyectar cine». Lo que más llamará la atención del público será «el escenario y la iluminación de la chimenea», afirma Andrés Valdés.
Decolesa ha querido «apostar fuerte» por un proyecto que ya conoce. Fueron los encargados de dar forma al Petit Paláis y a las demoliciones en la zona. Además ya tienen experiencia en «cambiar la imagen» de importantes espacios culturales como han sido los 25 años de trabajo en San Isidoro para convertir «un edificio en ruina» en lo que es hoy en día.
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