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El Ayuntamiento de León ya tiene preparado un ambicioso plan para recuperar la Plaza Mayor y todo su entorno. Una actuación que incluirá no solo el edificio del viejo consistorio y el suelo, sino que buscará revitalizar el mercado de frutas y verduras y restaurar ... las viviendas que la bordean.
El contrato mixto de servicio de obra consistente en la redacción del proyecto de ejecución, dirección de obra y ejecución y seguridad para la rehabilitación de la plaza mayor y del conjunto histórico será el primer paso y contempla una inversión de 1,9 millones -IVA incluido- para lo que se solicitó en octubre una subvención con cargo al 2% Cultural del Ministerio de Transportes.
Según recoge la memoria presentada, este mismo año se pondrá en marcha la restauración integral del consistorio viejo y su adaptación interior, con una inversión prevista de 1,25 millones. También se da prioridad a la rehabilitación de la Plaza Mayor del conjunto histórico con la renovación de pavimentos y el mantenimiento de elementos definitorios del espacio público, dotado con 1,9 millones.
A partir de 2026, el plan contempla la revitalización del mercado de frutas y verduras al que se dotará de aseos públicos y una correcta separación de residuos; la actuación está valorada en 350.000 euros. Y entre 2026 y 2030, se prevé la ejecución de un entorno para los edificios de viviendas que conforman la plaza con rehabilitación energética, accesibilidad y habitabilidad para restaurar las edificaciones residenciales; para ello se prevén 3 millones de euros.
El pliego de condiciones para la adjudicación del contrato, que recoge la solicitud de subvención al 2% Cultural, incluye el compromiso del Ayuntamiento de León para destinar el inmueble 'Mirador del Concejo' a uso y servicio público, con fines culturales y turísticos para la plaza durante 50 años.
Con la actuación sobre el viejo consistorio se busca resolver las patologías de este inmueble y reforzar la puesta en valor y relevancia del mismo dentro del Conjunto Histórico de la Ciudad Antigua de León, declaración que data del año 1962.
En este elemento singular de la plaza se pretende lograr una intervención integral que permita frenar los procesos de deterioro que sufre, principalmente relacionados con la entrada de agua y presencia de humedades. También adaptar las instalaciones del mismo a la normativa actual, mejorar las condiciones de accesibilidad que posibilite un uso no discriminatorio del inmueble y adaptar el edificio para incorporar el uso turístico a las funciones del edificio.
Sobre la plaza hay un objetivo de adecuar su espacio público y equipamiento para un uso universal y más versátil que permita compatibilizar su uso actual como mercado y espacio de encuentro con el de nuevos actos y eventos culturales y artísticos, con una capacidad para albergar 7.500 personas en su superficie de 4.019 metros cuadrados.
La Plaza Mayor presenta problemas de conservación «muy graves» en su pavimento, derivada de asentamientos en zonas sobre la losa del aparcamiento. Se estima que el 40% de la superficie presenta un nivel de deterioro que no permite su recuperación, mientras que el resto tiene «deficiencias y roturas generalizadas» que pueden ser objeto de restauración y sustituciones reutilizando gran parte del material existente.
El componente del suelo es una piedra caliza tipo griotte -adoquines y losas- que han evolucionado mal en el duro clima de León, algo a lo que tampoco ha ayudado el acabado liso y resbaloso. El nuevo material que se emplee será el granito en dos tonalidades para ofrecer «mejores prestaciones y resistencia».
Con la nueva plaza resultante se eliminará completamente el tráfico de vehículos y se transformará en «estrictamente peatonal». También se establecerá una accesibilidad completa en la plaza, los soportales y los accesos. La actuación engloba 3.900 metros en el interior y 350 en los accesos.
Por último, sobre el mobiliario urbano, además de carteles que informen de la evolución histórica de la plaza, se prevé la colocación de bancos.
La memoria histórica de la Plaza Mayor informa del origen accidental que tuvo, a raíz de un incendio acaecido el 14 de febrero de 1654 y que destruyó una docena de inmuebles. Se sospecha de su intencionalidad debido a la celeridad con la que el regimiento -gobierno de la época- adquirió las casas siniestradas.
El desarrollo urbano de su entorno comprendió una concentración de plazoletas como la Vieja, San Martín, Pan, Picota, Carnicerías, Tiendas, Don Gutiérrez y, más separadas, el Mercado y Rollo de Santa Ana.
Para sufragar la reforma de esta zona se obtuvo, en 1657, la concesión de una licencia real para imponer un gravamen fiscal sobre el vino.
Su origen estuvo en una nueva casa de Panaderías, completando en 1668 los lienzos norte y sur y en 1671 el este. En 1677 se daba por terminada la obra, pero otro incendio en 1695 obligó a recuperarla de nuevo. No fue hasta un siglo después de su primera maqueta de madera cuando la Plaza Mayor fue reconstruida en 1758.
En 1955 se retocó la misma con la construcción del cuartel de la Policía Local, colmando un vacío producido por otro incendio. Y en 1999 se ejecutó el aparcamiento subterráneo, culminando con una nueva pavimentación en el 2000.
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