El 70% de la plantilla del Centro Estrada cobrará el SMI con la última subida

Petardos que no han parado de sonar en ningún momento y bocinas anunciaban el hartazgo de unos trabajadores que, en el 70% de la plantilla y con el último anuncio del Gobierno central, pasarán a cobrar «lo mismo que el salario mínimo».

«Esta jornada de huelga se está convirtiendo en una jornada festiva sin haber hecho nosotros nada», apuntaba irónicamente el representante de UGT Carlos Vallaure, que explicaba que con la subida anunciada del 5% -frente al 1% que propone la empresa- «los salarios de dos categorías ya se han mejorado». «Trabajadores cualificados cobran el salario mínimo», denunciaba.

Desde la protesta que el lunes recorrió el centro de León poco han avanzado las negociaciones. Según los trabajadores, ni la DGT ni la empresa se han sentado a negociar. Tanto el alcalde de León como el subdelegado del Gobierno en la provincia han trasladado su apoyo a la plantilla, que espera una reunión con el delegado en la comunidad, Nicanor Sen, para abordar sus reivindicaciones.

La falta de diálogo de la empresa y la DGT, a la que piden una «implicación inmediata» en el conflicto, aboca al servicio del Centro Estrada de León a una situación crítica. Un centro que cuenta con cerca de 270 trabajadores que desarrollan tareas en el ámbito del procedimiento sancionador, trámites propios de una jefatura de tráfico como la transferencia de vehículos o las altas y bajas de los mismos así como la atención telefónica a toda España que se centraliza en el centro como las sanciones de tráfico de velocidad de radares fijos.

Y, sin embargo, los trabajadores denuncian que «nadie actúa». «Es hora de que la DGT se implique», exigen. Entre las medidas que persiguen, destacan la actualización del convenio y un incremento salarial del 30 por ciento aplicable a lo largo del tiempo de vigencia del nuevo acuerdo laboral, que se piden que sea de tres años.

Por su parte, Sara Rebollo, presidenta del comité de empresa, descarta «de momento una huelga general» pero advierte de más movilizaciones a corto plazo si la empresa «no nos llama a negociar».