Los pisos de estudiantes en León: una odisea con «precios desorbitados»

Estudiantes llegados de todos los puntos de la provincia, del país e, incluso, de fuera del territorio nacional, llegan a León dispuestos a comenzar o continuar sus estudios. Pero son muchos los anuncios que aparecen en redes sociales en plena mitad del mes de septiembre buscando aún una vivienda.

«Llevaba desde finales de verano sin encontrar nada», asegura Julia Llamera. La joven de apenas 18 años se emancipa por primera vez a la capital para iniciar sus estudios de grado en Diagnóstico de la Imagen y Medicina Nuclear. Un curso con el que tuvo que tomar la decisión de dejar la casa de sus padres y aventurarse en una nueva rutina.

Tras semanas de búsqueda de vivienda para ella sola, la joven observó que los precios «eran desorbitados». «Los alquileres no se podían valorar porque te pedían una media de 650 euros para arriba», asegura. Tras ver todas las opciones decidió continuar su búsqueda, esta vez, de habitaciones compartidas.

Una medida que toman muchos estudiantes para compartir gastos y poder ahorrar dentro de sus posibilidades. Sin ingresos y con la ayuda de sus progenitores en muchos casos, los estudiantes, acaban «saturados» en la búsqueda.

«Los precios se iban de las manos aún sumando el total que podía conseguir con ayudas», denuncia. Una situación que la llevó a publicar mediante redes sociales el anuncio en busca de compañeros de piso o una habitación que, actualmente, estuviese libre.

Tras la ayuda de la cuenta creada por universitarios llamada informer consiguió contactar con sus compañeras y, ha conseguido un piso compartido de cuatro habitaciones.

Alexander Vidal Morales estudió la carrera de piloto privado de avión y comercial de helicóptero, nativo de Galicia y con 23 años, busca piso en León durante la temporada de invierno. «Me conformo con algo simple, no pido mucho: habitación, baño y cocina», asegura.

Su situación es bastante diferente a la de Llamera. El joven divide su vida entre Barcelona y León, algo que, cuando llega a la ciudad, le alivia debido a la gran diferencia económica que existe entre ambas. «El problema es que pocos alojamientos están al alcance de todos económicamente y, siendo objetivos, calidad y precio no van de la mano», indica. Una situación que según lamenta, se vive en casi todos los puntos del país queriendo.

El Plan de Vivienda de la Universidad de León ha eliminado el servicio de la bolsa de viviendas para alumnos. Una decisión «momentánea», según explican desde el departamento de comunicación de la ULE. El servicio de alquiler, que se gestionaba desde la junta de estudiantes, se anuló con el cambio de junta. Una decisión que se debe a la acumulación de quejas de un servicio «deficiente y desactualizado».

El nuevo equipo de gobierno dentro de la universidad apuesta por actualizar el servicio y garantizar la calidad del servicio. «No teníamos garantías suficientes y es por ello que decidimos suspender la bolsa», aseguran.

Aún así, el programa de asesoramiento desde la propia universidad se mantiene para que las búsquedas se apoyen en el vicerrectorado de estudiantes. Debido a que la calidad y la orientación no se podía asegurar en este curso en la bolsa de vivienda, se decidió hacer una pausa en la web para, cara al curso que viene, mejorar o cambiar el modelo y dar plena garantía de seguridad a sus alumnos.

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