Arancha y Moris. Bárbara Garrote

«Piensan que es una mascota, pero Moris es mis ojos»

Suman una decena los perros que sirven de guía a personas con discapacidad visual en la provincia

Jueves, 25 de abril 2024, 08:08

Arancha Casado es usuaria de perro guía desde hace 16 años. En su caso, la ceguera fue progresiva «yo sé lo que es poder ver» afirma, pero fue empeorando con los años hasta que le fue imposible salir de casa sin bastón.

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Desde que una ... persona ciega solicita un perro guía hasta que pueda tenerlo con ella hay un tiempo de espera y una serie de requisitos, ya que «no todas las personas ciegas pueden tener un perro, ni todos los perros valen para una persona», explica. En el caso de España, la lista de espera es larga ya que hay mucha demanda, por lo que algunos usuarios viajan hasta Estados Unidos donde, gracias a un convenio de la Once, pueden conseguir un perro guía en un tiempo inferior.

En el año 2008, Arancha fue una de las personas que cruzó el charco para conocer a Yeidi, el lazarillo que la acompañaría durante 15 años. Como explica Arancha, quien fue presidenta del Consejo Territorial de la Once hasta el año 2018, los perros guía «se jubilan» aproximadamente a los doce años de trabajo, aunque el 90% de los usuarios decide quedarse con ellos después porque «no solo ha sido la compañía, han sido nuestros ojos durante años».

Una vez asignan el perro que te acompañará, viene un proceso de adiestramiento y familiarización entre el usuario y el animal «para que él se adapte a mí y yo a él», explica. Para Arancha esta etapa es «un poco dura», ya que el animal tiene que acostumbrarse desde cero a sus rutinas, olores y hasta variables como la temperatura.

Cuando Yeidi falleció, a Arancha le asignaron un nuevo compañero, Moris, quien lleva desde 2017 a su lado acompañándola en todas sus tareas fuera de casa. «En casa me apaño bien, pero fuera es necesario», explica Arancha.

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En España, los perros guía pueden acompañar a su dueño allá donde vaya sin limitaciones y solo se les impide entrar en el quirófano. Arancha explica que el único incidente que tuvo al respecto fue en una frutería, donde le dijeron que no podía entrar junto a Moris por «razones de sanidad», aunque finalmente «la dueña lo comprendió» y no tuvo más complicaciones.

No son mascotas

Los dueños de perros guía inciden en que sus animales «no son mascotas» y que si alguien les acaricia o distrae por la calle mientras realizan su trabajo «pueden equivocarse». Como explica Arancha, lo primero que debemos observar es si el perro lleva puesto el arnés de guía y, si es así, que nos mantengamos al margen. «Si estoy sentada y el perro está descansando lo mejor es que me pregunten y yo no tengo ningún problema en que jueguen con él», remarca.

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Labradores y Golden, las razas preferidas

No todos los perros pueden ser perros guía y existen una serie de razas que, por su comportamiento y complexión, resultan idóneas para este trabajo como son los Labradores y los Golden Retriever. En algunos casos también se utilizan Pastores Alemanes pero, como afirma Arancha «es más complicado» y el usuario debe tener mucha fuerza.

Llevar siempre un perro guía a tu lado tiene «sus pros y sus contras», ya que un bastón «te lo guardas y ya está», pero un perro «requiere unos cuidados constantes». Sin embargo, la diferencia en su vida «ha sido abismal» y la autonomía y libertad que le proporciona en su día a día «no la cambio por nada».

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