Un perito asegura que era urgente tomar medidas en San Isidro ante sus millonarias pérdidas

Durante su testifical y exposición del informe ha asegurado que la conveniencia de remodelar los contratos, tal y como se impulsó desde la Diputación Provincial en la etapa de Marcos Martínez, era una urgencia.

En ese punto ha remarcado que la situación de San Isidro a nivel económico era y es la de una estación inviable en términos económicos y solo se puede sustentar con aportaciones institucionales.

De este modo ha remarcado que la previsión presupuestaria era de unas «pérdidas anuales de entre dos millones y dos millones y medio de euros», pero que esa estimación se quedaba corta.

De ahí que haya relatado que las previsiones de ingresos nunca se alcanzaban y que por esa partida se acumulaba unas pérdidas no estimadas de medio millón de euros. Todo ello le permitía concluir que las pérdidas alcanzaban «entre los dos millones y medio de euros y los tres millones anuales».

Ante esa situación, citando informes externos y estadísticas oficiales de Atudem, se ha remarcado la necesidad de modificar las condiciones de licitación con el fin de obtener actividades no ordinarias en la estación con el fin de atraer esquiadores.

Además, ha citado las recomendaciones del Consejo Económico y Social para avalar que en San Isidro era necesario acometer una nueva licitación de mayor calado y que permitiera no solo que se ofertaran servicios deportivos sino otros adicionales que sirvieran para corregir la pérdida de esquiadores.