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Imagen de archivo de una persona con depresión.
El perfil de la depresión: mujer entre 18 y 55 años, sin pareja y con algún episodio traumático previo

El perfil de la depresión: mujer entre 18 y 55 años, sin pareja y con algún episodio traumático previo

La apatía, falta de apetencia por realizar cualquier actividad, y la anhedonia, falta de goce con nuestras actividades, son síntomas presentes a tener en cuenta para valorar pedir ayuda, señala un psiquiatra

Martes, 10 de octubre 2023, 08:10

Los trastornos de la esfera afectiva han sufrido un aumento en los últimos años. Lo subraya el psiquiatra leonés Sergio Núñez Sevillano, quien señala que «la pandemia no solo generó incertidumbre, como principal factor que motiva este empeoramiento, sino que modificó el seguimiento de las ... enfermedades crónicas como la depresión y, con ello, ciertas personas pudieron verse resentidas.

La depresión es una de las más frecuentes. Esta se caracteriza por una sensación de desesperanza y pérdida de disfrute. «Aunque coloquialmente asociamos el ánimo bajo a estar deprimidos, no son sinónimos. La apatía, falta de apetencia por realizar cualquier actividad, y la anhedonia, falta de goce con nuestras actividades, son síntomas presentes que deben encendernos las alarmas para valorar pedir ayuda», apunta.

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Las personas más afectadas por la depresión son por estadística las mujeres entre los 18 y 55 años, especialmente si su estado civil es divorciada o viuda. A este perfil prototípico hay que tener en cuenta otros factores como pueden ser eventos traumáticos previos, el abuso de sustancias tóxicas y una personalidad con tendencia a la negatividad o con baja autoestima. A todo esto, «no podemos olvidar que tener un familiar de primer grado padeciendo depresión incrementa el doble las probabilidades de sufrir un trastorno depresivo a lo largo de la vida», explica Núñez.

Causas y forma de identificarla

Las causas principales de los problemas de salud mental en general y de la depresión en particular vienen derivados por eventos traumáticos, situaciones estresantes o la incertidumbre. «La falta de seguridad y estabilidad, tanto en lo personal, laboral o como sociedad, es un elemento que cada vez tenemos que tener más presente. Las situaciones globales cambiantes hacen que la sensación de seguridad como individuo se desvanezca y eso es un factor de riesgo significativo para personalidades que tienden a planificar, pensar a medio y largo plazo o a tenerlo todo bajo control. Vivimos en tiempos de menor seguridad, por lo que adquirir herramientas o trabajar en centrarnos en el aquí y el ahora es algo primordial», comenta Núñez.

En muchos casos identificar una depresión no es fácil por la gente que te rodea. En este sentido, cabe comentar que no es lo mismo padecer una mala adaptación a una situación estresante, que nos podría afectar a todos, a padecer una depresión endógena, en la que no hay una causa externa o ambiental que las justifique.

«Siempre es beneficioso mostrar apoyo a nuestros seres queridos si pasan por un momento personal más desafortunado, lo cual es propio de un trastorno adaptativo, pero una depresión endógena tiene un menor margen de maniobra para los que rodeamos a la persona y deberíamos depositar nuestros esfuerzos en que pida una ayuda adecuada y, sobre todo, no culpabilizar ni minimizar su malestar», admite el psiquiatra leonés.

La depresión en la vejez

La población de León está marcadamente envejecida. En la edad más avanzada vuelve a haber ciertas situaciones ambientales que pueden justificar malestar a nivel emocional, como puede ser el hastío vital o la mayor dependencia por pérdida de facultades a cualquier nivel.

«El trastorno depresivo mayor en el anciano tiene una prevalencia importante y su abordaje cada vez se tiene más en cuenta tanto por los profesionales de la salud mental como por los compañeros de geriatría que buscan englobar la atención del anciano de una forma más integral. Tampoco podemos olvidarnos de que los deterioros cognitivos son causa de alteraciones del ánimo y pueden ser una señal de un deterioro incipiente», asegura Núñez.

Pese a todo lo anterior, «el apoyo a las personas ancianas a nivel social es indispensable» para que, en muchos casos, esta sensación de desesperanza o de balance en el cual su envejecimiento supera sus satisfacciones diarias, pueda ser reconducida y no se desencadene una depresión.

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