Varios pensionistas se concentan frente a Botines. José Mendoza

Los pensionistas de León, contra el maltrato a la vejez: «Las pensiones rozan el umbral de la pobreza»

Cerca de 30 personas claman contra el maltrato en la vejez y argumentan razones de índole económica, sanitaria o social: desde las letras pequeñas de los contratos bancarios a las pensiones que reciben | Piden «respeto y dignidad»

Martes, 15 de junio 2021, 13:28

Cerca de 30 personas se han concentrado frente a Botines contra el maltrato a las personas de edad avanzada. Reclaman que se trate a este colectivo «siempre con respeto y con dignidad a todas las personas».

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Según datos de la Coordinadora de Pensionistas de ... León, el número de pensionistas es la tercera parte en la provincia de su población total y el mayor de toda la Comunidad Autónoma.

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Galería. Los pensionisas, contra los abusos en la vejez. C.P.

Las estadísticas de la Coordinadora indican, por tanto, que hasta un tercio de los leoneses es susceptible de sufrir algún tipo de maltrato: «Hay maltratos de todo tipo, económico por unas pensiones que son un tercer parte, que rozan umbral en la pobreza, existe un maltrato en las residencias de edad avanzada como hemos visto en la pandemia de la covid, el tema de sanidad, se está bajando las prestaciones en atención primaria, las largas listas de espera», argumena Manuel Colinas, miembro de la Coordinadora.

Denuncian «el olvido y abandono sistemático por esta sociedad hacia la población de edad avanzada mediante políticas que priman el rendimiento económico como valor máximo de la persona, por encima de su dignidad». Sin embargo, señalan que la profesionalidad de muchas personas en sus puestos de trabajo, «evitó un desastre mucho peor».

Relatan situaciones que, a su criterio, suponen una situación de maltrato a la vejez. «Los desahucios sin solución habitacional digna», «los cortes de suministros básicos por no poder hacer frente a su pago» o «cada vez que una empresa de cuidados hace caja a costa de precarizar ese derecho fundamental» son algunos ejemplos que exponen.

«A veces si vas a un banco tienes que usar la vía telemática y los mayores no tenemos esa habilidad de usar ordenadores para operaciones bancarias, los contratos tienen letras pequeñas farragosas, o sitios donde no hay ascensores ni accesos», denuncia Colinas.

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