La patronal rechaza la reducción de jornada laboral: «Las empresas no somos el enemigo»

La patronal leonesa ha rechazado la propuesta de la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales y que este jueves (11:30 horas) tendrá un 'momento caliente' con la concentración convocada por los sindicatos frente a la sede de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele).

«Es una intromisión del Gobierno en el diálogo social y la negociación colectiva que genera un problema donde antes no lo había», afirma el secretario general adjunto de Fele, Enrique Suárez, a leonoticias, que reconoce que llevan «40 años alcanzando acuerdos para la reducción de la jornada laboral a través del diálogo y bajo el criterio de la competitividad».

Dese el Círculo de Empresarios Leoneses (CEL), también rechazan la propuesta por su impacto negativo en «la productividad, los costes salariales y la propia organización de las empresas», según ha detallado su presidente, Julio César Álvarez.

«Es una postura irracional que no responde a criterios económicos, productivos o competitivos y lanza un mensaje que desincentiva el crecimiento económico la creación de empleo y la inversión», sostiene Suárez, que lamenta que estas medidas pongan en el «punto de mira a las empresas, como si fuésemos el enemigo, y no un factor necesario para el bienestar de los trabajadores y de sus condiciones laborales».

El CEL apunta, además, que este tipo de medidas deben de tener «un enfoque flexible y negociado, que equilibre la productividad empresarial con el bienestar de los trabajadores, permitiendo adaptaciones específicas que respondan a la diversidad y tamaño de las empresas y a la realidad del mercado laboral». «Desde luego, así no, supone una pérdida de competitividad y productiva y pone en peligro la viabilidad de muchas empresas», añaden desde la Fele.

Desde la patronal señalan que sectores como el comercio, «castigados ya por la venta electrónica», donde «aumentarán sus costes y su capacidad»; la hostelería, «con las dificultades que tienen de contratación, a lo que sumamos un obstáculo más económico y organizativo»; la industria, «altamente competitivo, que ayudan a fijar población y crear empleo de calidad y que se puede someter a la amenaza de las deslocalizaciones»; el transporte, la construcción o la logística se verán más afectados.

«Se reducirán más de 70 horas anuales, lo que equivale a dos semanas de trabajo por empleado, a costa de las empresas, afectando en especial a las pymes y las micropymes», denuncia Suárez, de Fele, por lo que hace un llamamiento a la «responsabilidad» al Gobierno y a los sindicatos para «no poner al empresariado en el centro de la diana y ser considerados un generador de desarrollo de riqueza y bienestar social».

Lo que proponen desde la patronal es realizar estas mejoras de forma progresiva. «Siempre seremos partidos de mejoras sostenibles en las condiciones labores de los trabajadores, siempre que no minen la productividad», recalca el presidente del CEL, Julio César Álvarez, que insiste en que esta reducción a 37,5 horas «tendría un coste que no sabemos muy bien quién asumiría y qué repercusiones tendría en el mercado».

En FELE apuestan por realizar avances «progresivos y en función de la competitividad». «Es como se ha hecho hasta ahora y lo están dinamitando», alertan.

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