La patronal del juego ve «injusta» la exclusión de sus salas de la fase 3 en Castilla y León

En un comunicado, recordaron que el sector del juego privado cerró sus puertas el pasado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. «Desde entonces el sector se enfrenta a una dura situación de paralización total de la actividad presencial, lo que se vio agravado por el cese de todos los eventos deportivos, provocando también la inactividad de las apuestas deportivas online», indicó.

Durante estos tres meses, recordó que el sector ha vivido un ambiente de incertidumbre a nivel nacional hasta el pasado 30 de mayo, cuando el Boletín Oficial del Estado informaba de que toda actividad de juego privado quedaba relegada a la fase 3 de la desescalada. Entonces calificó de «agravio» esta medida, debido a que la mayor parte de los comercios de similares características recuperaron su actividad en la fase 2.

Sin embargo, el pasado domingo, 14 de junio, el Boletín Oficial de Castilla y León comunicaba algunas excepciones en la reactivación de sectores en la fase 3, entre las que se encuentra el juego. Según la Junta, y a diferencia del resto de comunidades, queda prohibida la apertura de salones de juego, salas de apuestas o casinos, excepto del consumo exterior en sus terrazas con un aforo menor del 75 por ciento.

«Entendemos la preocupación de la Consejería de Sanidad de esta comunidad por garantizar la seguridad en todos los pasos de la desescalada, pero, precisamente por eso, el sector no aprueba esta decisión ya que es el único sector que permite disponer de un control absoluto del aforo en la entrada a los establecimientos», indicó.

Además, como venía ocurriendo antes del COVID-19, recordó que todos los usuarios deben registrarse al acceder a la sala, lo que permite mantener un exhaustivo control de las personas que han accedido al local y en qué fechas para realizar un seguimiento en caso de detectarse algún positivo.

Del mimo modo, aseguró que las salas de juego son establecimientos con «baja» afluencia donde su disposición permite a juicio de la patronal garantizar un distanciamiento de dos metros entre los clientes; además de protocolos de higiene reforzados con el uso obligatorio de mascarillas y geles hidroalcohólicos, así como la limpieza constante de las máquinas.

Entendemos la preocupación de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y por eso nos comprometemos en adoptar los procesos de seguridad necesarios, como ya se ha hecho en otras comunidades. Sin embargo, no compartimos esta decisión. Una vez superado el daño sanitario provocado por el COVID-19, nuestro país tendrá que hacer frente al grave impacto económico que nos deja y la única manera de superarlo es reactivando toda la actividad comercial y económica cuanto antes. Precisamente, el sector del juego privado siempre se ha caracterizado por su gran capacidad como motor de empleo y riqueza, tan necesario en estos momentos«, expuso el director general de CEJUEGO, Alejandro Landaluce.

Al respecto, recordó que el Gobierno central cuando inició la desescalada estableció que cualquier medida tomada en cuanto a la reactivación de actividades comerciales se debía basar únicamente en criterios de sanidad, por lo que el sector no reconoce ningún riesgo sanitario con la adaptación de los protocolos llevada a cabo por sus salas.

Por ello, recibe esta medida como parte de una política de actuación «sesgada» contra el sector del juego privado, que además se encuentra desatendido en un entorno de incertidumbre ya que a su juicio el Bocyl tampoco confirma en qué momento podría retomar su actividad en la Comunidad, ni bajo qué condiciones.

Finalmente, la patronal del juego avisó de que se reserva el derecho de realizar reclamaciones por los daños patrimoniales que supone esta medida.