450 euros al mes en León, el límite: ¿Se adaptan las ayudas al alquiler de la Junta a la realidad del mercado?

Esta es la cifra que marca de máximo la Consejería de Fomento autonómica. Ahí está el límite, que no es igual para todas las ciudades ni municipios. El artículo 1 de la Orden FOM/85/2010, de 22 de enero, establece los ámbitos municipales y los coeficientes para la determinación de los precios máximos de venta, adjudicación y de referencia para el alquiler en Castilla y León.

Así, los residentes de Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid pueden optar a la ayuda siempre que paguen menos de 500 euros al mes, mientras que los de Ávila, León, Palencia, Miranda de Ebro y San Andrés del Rabanedo tienen el límite en 450.

¿Se adapta este baremo a la realidad? Toca preguntar a los expertos. «En León es muy difícil encontrar pisos en alquiler en general, hay muy poco disponible que esté en condiciones de un uso adecuado y que esté bien conservado», asegura Jon Aragón, de Inmobiliaria Burgo Nuevo, que confiesa que «a nada que sale al mercado un piso que esté bien vuela».

No parece estar muy de acuerdo en que el límite de 450 euros se ajuste a León capital. «Es demasiado ajustado, porque un apartamento no ya en el centro de León, pero en La Lastra, Fernández Ladreda o San Esteban de 45 metros cuadrados puede estar por ahí. Te tienes que ir a pisos más antiguos, sin ascensor y altos para encontrar opciones de alquiler por debajo de ese limite», explica.

No resta mérito a la Junta. «Supongo que es difícil cuadrar la subvención, pero se pueden encontrar fórmulas. A gente joven que comparte piso computarlo de forma conjunta, porque lo normal a esas edades es que varios compartan una vivienda».

Una posibilidad que no pasa desapercibida es la que contempla la 'trampa'. Existen contratos por un precio que, posteriormente 'bajo cuerda' se completan con lo pactado para llegar a un precio real superior. «Siempre puede pasar, cuando se limitan mucho estas cuestiones arrendatario y arrendador buscan fórmulas uno para alquilar y otro para tener acceso a una ayuda que generalmente es muy necesaria», avanza Jon Aragón, que asegura que es «más complicado» que esto, que empuja a la economía sumergida, ocurra en inmibiliarias.

Según el portal inmobiliario Enalquiler, el precio medio de un arrendamiento en la capital leonesa asciende a los 574 euros, cinco menos que en Burgos.

«Si, los precios han crecido, igual no como en otras ciudades pero han subido, sobre todo en los actualizados y en buen estado», confiesa Jon, que apunta a que «la gente está dispuesta a hacer un esfuerzo mayor si el piso está bien». Sea como fuere, los antiguos suelen mantener su precio e incluso lo bajan.

Con la vista puesta en el futuro, el encargado de la Inmobiliaria Burgo Nuevo apuesta porque la tendencia en León se encamina «a mantenerse de forma estable, quizá un crecimiento muy ligero, pero sin comparación con otras ciudades».

Sea como fuere, todo apunta a que el baremo autonómico, este año, no encaja tanto como podría esperarse si se compara con la realidad del mercado.