Su labor, en un segundo plano, resultó «fundamental» para que se llevara a cabo el peor atentado de la historia de España.
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Otman el Gnaoui fue el encargado de acompañar en otro vehículo el traslado de los explosivos que acabaron con la vida de casi ... 200 personas en los Cercanías de Madrid, en la mañana del 11 de marzo de 2004. Viajó desde Asturias hasta la casa de Morata de Tajuña, donde se prepararon las bombas.
Este marroquí -nació en Tetuán-, que ahora tiene 49 años, fue condenado a casi 43.000 años de prisión al considerarle el tribunal presidido por Javier Gómez Bermúdez como autor de 191 asesinatos y dos abortos no deseados, 1.856 asesinatos en grado de tentativa, cuatro delitos de estragos terroristas y pertenencia o integración en organización terrorista.
Gnaoui cumple su condena en el centro penitenciario de León, en Mansilla de las Mulas, donde se encuentra en segundogrado, incluido en un fichero de especial seguimiento, según fuentes de la Audiencia Nacional.
En concreto, este terrorista se encuentra en el Módulo 10 de la cárcel de León. Fuentes internas recalcan el «buen comportamiento» que ha mantenido en estos casi 20 años que lleva preso.
Entre sus funciones en prisión ha estado la de encargado de un taller ocupacional en el que participan diferentes reclusos y en el que tenía como misión la revisión de herramientas. Además, mantiene una «buena relación» con los funcionarios que atienden en este módulo de la cárcel.
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Está considerado algo así como «un líder», una persona que tiene «mucha fuerza en su entorno», donde su opinión «cuenta» entre un grupo de una veintena de islamistas que comparten dependencias.
Otman sigue cumpliendo los preceptos del Islam en prisión, donde lleva a rajatabla el cumplimiento del ramadán, el ayuno, la oración y la alimentación.
«Es una persona muy respetuosa», explican estas mismas fuentes. Se encuentra en un módulo «conflictivo» en el que, sin embargo, «está a gusto y no ha querido salir de ahí» al estar rodeado de un grupo de personas magrebíes que le siguen. Ha podido pasar a módulo terapéutico, pero no lo ha pedido.
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Se estima que la pena máxima que vaya a cumplir alcanzará los 30 años, en cumplimiento de la doctrina Parot. De momento, no ha hecho uso de permisos, aunque se estima como «poco probable» que se le hubieran concedido debido a los tipos de delitos y el caso que le ha llevado a la cárcel leonesa.
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