Oteruelo se opone «frontalmente» al proyecto de ampliación del parque tecnológico y pide «anularlo de inmediato»

Valentín Montero, pedáneo de Oteruelo, ha asegurado tras conocer el proyecto que el mismo «mata al pueblo». «Nos quieren arruinar y nos quieren convertir en un gueto», también ha advertido visiblemente molesto no solo por la planificación de la ampliación sino por la falta de diálogo con los representantes de la pedanía.

Su enfado es el reflejo del mismo que tienen los habitantes de esta zona de la ciudad de León. «Hay un mosqueo y una indignación absoluta por este tema entre los vecinos», ha remarcado a leonoticias. «Nos lo van a fastidiar, no estamos de acuerdo y vamos a intentar por todos los medios que no se ejecute tal cual se ha proyectado y lo que queremos es que se anule de inmediato y se haga un desarrollo más lógico y planificado», también ha recordado.

En esa línea ya avanza que al proyecto, «que hoy es simplemente un diseño inicial», le espera por delante una amplia oposición vecinal y judicial «si es necesario». «De momento lo que vamos a hacer es convocar a los vecinos de Oteruelo y de Armunia. Vamos a realizar un concejo y vamos a plantear el proyecto y lo que podemos hacer para enfrentarnos al mismo sin descartar nada».

En todo caso Valentín Montero advierte que será una batalla desigual la que se espera porque se trata de un «Proyecto de Interés Regional, y eso da mucho poder a la administración, pero siempre se pueden hacer cosas».

Visto el primer planeamiento el resultado del análisis «no puede ser peor. Al pueblo le matan. Solo hay un posible beneficio que sería la salida hacia la rotonda, pero eso dependerá de la permeabilidad al uso que se le quiera dar al proyecto».

«Esta es una zona de León muy desfavorecida y lo que nosotros hemos vendido hasta ahora son precisamente las vistas y la naturaleza. Si nos quitan todo eso ya no podemos ofrecer nada. El pueblo se va a quedar en nada y se va a convertir en un gueto. Contra eso es contra lo que tendremos que luchar», ha asegurado.

A esos problemas se unirá, según asegura, la devaluación económica de los bienes inmuebles: «Las casas van a valer la mitad porque a unos metros van a tener un muro que las rodea y el pueblo se queda sin salidas y sin nada».

El visible enfado del pedáneo, asegura, es el mismo que se puede ver en todos los vecinos de la pedanía: «No hay nadie que esté a favor, el enfado es enorme. Como mucho algún vecino está resignado, pero vamos a pelear para que todo esto no se haga».