Ordoño cumple un año desde la conquista del peatón con el comercio «como antes» y los leoneses «satisfechos»

Se cumple un año de la peatonalización más polémica de la ciudad y el aniversario llega con la convicción entre los vecinos que transitan por ella de que el cambio ha sido para mejor.

«A mí me parece estupendo que sea peatonal y podamos caminar por aquí, y no solo por la calle Ancha, que se concentraba ahí todo el mundo», explica una mujer que pasea haciendo compras acompañada por una amiga. Una vecina más joven, sostiene la misma afirmación: «Sí, está mejor así. Estamos en el centro y eso de andar por al calle y no tener que estar pendientes de los coches es mucho mejor».

Y es que, tal y como apunta el propio alcalde, los leoneses dieron su valoración desde el primer día, y ahora lo disfrutan. «Se abrió hace un año y coincidió con el alumbrado y todo el mundo tomó la calle, hizo la calle suya y la disfrutó, la paseó y la vive», asegura José Antonio Diez.

A esa idea se suma otro viandante, que considera que Ordoño «ha ganado mucha vida» y que tiene se ve en esta calle «mucha gente más que antes».

Aunque no todo han sido críticas positivas ante una reforma urbana que no todos veían con buenos ojos. Una leonesa se mantenía en su idea: «A mí no me gustaba la peatonalización de la calle, me parece que es matar una avenida principal».

El comercio también ha asumido un cambio que, en un principio, generó reticencias y que, con la mirada larga del paso del tiempo, no ha supuesto una mejor sustancial para la mayoría. La propietaria de la tienda de moda Cavalinho reconoce las quejas entre sus clientes «porque no pueden venir con el coche como antes a hacer las compras». «Se ve más gente caminando, sí; paseando, sí; pero a nivel comercial yo no veo ningún gran impulso», apunta la dependienta. Tampoco se ha dejado notar esta nueva plataforma en Artesa Gourmet. «Sí que se percibe algo más de gente paseando, con perros, en bicicleta o en monopatín; pero, a nivel comercial, nuestra tienda, y por lo que veo en el resto igual, seguimos manteniendo la misma clientela».

Sin embargo, los viandantes dan otro diagnóstico a esta tendencia y sí confiesan que la peatonalización les haya animado a hacer más compras. «Yo creo que ir por la calle paseando sin problemas nos lleva a todos a mirar más escaparates y entrar a más sitios», confiesa una mujer con bolsas en la mano. «Hay más gente por la calle, y eso tiene que repercutir en los negocios. Yo vengo por aquí día, tarde y noche y esto ha pasado de ser una calle desierta a tener mucha gente», añade una vecina del centro.

Eso sí, el mayor problema de León no se encuentra con los cambios en Ordoño II, sino en un problema más estructural como ciudad, tal y como apuntan desde algunos negocios. «Llevo aquí 27 años y cuando llegué fue la obra del parking; pensaba que sería la última porque fue importante. Después, todo este tiempo ha habido obras y la situación no mejora, hay que buscar soluciones al problema global de la ciudad».

El proyecto más destacado del nuevo equipo de gobierno buscaba fomentar una mayor actividad comercial y augura seguir dando pasos en la dirección hacia un León más peatonal, seguro y que viva la cultura en la calle. «Todas las ciudades avanzan en ese sentido de dar más espacio a los peatones, espacios de convivencia, cultura y encuentro y Ordoño se ha manifestado como un ejemplo de lo mismo», asegura el regidor leonés.

Más allá de defensores y detractores, la realidad es que la peatonalización de Ordoño ha cambiado la imagen de la ciudad, con eventos y actividades que llenan de vida una calle antes ocupada por el coche y que ahora es territorio casi exclusivo de los vecinos.