Ordoño abre sus puertas

Seis meses después de que las máquinas iniciaran el levantamiento del polémico adoquinado este martes se ha reabierto la principal arteria de la ciudad, Ordoño II.

La 'recuperación' de Ordoño II se trata de una de las obras más ambiciosas acometidas y promovida por el actual equipo de gobierno, también una de las más polémicas que, finalmente, no dejará cambios en la ciudad.

En su día se anunció como un proyecto de peatonalización del vial, planteándose como una intervención que dibujaría un nuevo León.

Pronto los planes cambiaron y se anunciaba una semipeatonalización, en la que se limita el tráfico a un vial y se incorporaba un carril bici con el objetivo de crear una gran vía verde que uniese la estación con la calle Ancha.

Posteriormente y tras las críticas y la férrea oposición del resto de grupos políticos, el equipo de gobierno limitó la intervención a la incorporación de ese carril bici y a un ensanche de las aceras para dar prioridad al peatón.

La obra se ha centrado en la mejorar y finalización del problema de las importantes vibraciones. No es poco, ya que se llevan encadenado desde el año 1997 aunque dista mucho de la peatonalización que se proyectó, similar a la ejecutada en su día en la Calle Ancha.

Y todo a pesar de que PSOE y UPL han intentado presionar hasta el último día al PP para que retomase un proyecto que tiró abajo Ciudadanos.

El nuevo plan ha contemplado un asfalto que absorberá vibraciones y jardines verticales, jardineras en el aire y un espacio más abierto para el ciudadano con una mejor interacción entre el vehículo y los ciclistas con presencia limitada de los primeros y control de la velocidad.

En su conjunto la nueva obra conllevará una inversión de 599.003,75 euros. Ordoño II contará adicionalmente con ocho jardines verticales a modo de pérgolas que albergarán hidro-jardineras con especies florales y aromáticas.

Una de las características de la actuación pasa por reducir la diferencia de cotas entre acerados y calzada a fin de mejorar la transversalidad entre ambas, si bien se mantiene una clara diferenciación vertical que permita distinguir claramente entre ambas plataformas y modos de transporte (peatonal y rodado).

El resultado de la obra es dado por bueno por el equipo de Gobierno mientras que es cuestionado por toda la oposición quien critica tanto el tiempo empleado en la obra como el resultado final.

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