Una ofrenda floral, una caravana de motos y un minuto de silencio

El homenaje comenzó con una misa en la Parroquia de Santo Toribio de Mogrovejo. Además, consecutivamente se sumó una caravana en la que participaron el club motero y el club ciclista.

Estos recorrieron las principales calles de la ciudad, hasta llegar a la rotonda de Fernández Ladreda. En ella, se procedió a la lectura de un manifiesto, un minuto de silencio y una ofrenda floral que la Fundación Avata de Ayuda al Accidentado llevó a cabo, y en la que todos los familiares y asistentes colocaron sus flores en honor a las víctimas.

«Este acto no es ornamental, ni costumbrista, sino reivindicatorio para que no se olvide que trabajamos por una realidad mejor», aseguraba el portavoz de la fundación, añadiendo que «los siniestros viales provocan mucho sufrimiento».

En este acto, no solo se quería homenajear a las víctimas, sino también recordar «que son hechos evitables e inaceptables», aseguraban «y que no solo se tienen que tener presentes en el día de hoy», indicaban desde la fundación.

En el manifiesto expuesto por Avata, se reclamaba que en contra de sus esfuerzos, actúan diferentes parámetros, como el ingente aumento de desplazamientos urbanos e interurbanos, dimensiones del parque móvil, tecnología y velocidad de los vehículos, nuevas formas de desplazamientos y movilidad, que suponen nuevos retos a afrontar con su objetivo.

Tras la colocación de flores, y el minuto de silencio, el acto se cerraba con la retirada de vehículos de la glorieta que permanecía cerrada al tráfico. «Seguiremos comprometidos con la continua exigencia para que nunca nadie más pase por lo que las victimas de accidente de trafico o sus familiares han pasado», indicaban para finalizar el acto desde la fundación.