El barrio del Ejido abrió mayo a golpe de horqueta y corneta para despertar a los vecinos en su día grande.
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Tocaba acercarse a la parroquia o esperar a que el joven obrero asomase por la calle para celebrar el Primero de Mayo como cada ... año.
La Real Hermandad de Jesús Divino Obrero ha celebrado su tradicional procesión por las calles del barrio en una fiesta popular llena de invitados.
Tras coger fuerzas con el tradicional desayuno a base de sopas de ajos, torreznos, café y vino, la celebración se trasladó a las puertas de la iglesia. Por allí asomó el joven con martillo y madero para procesionar y bendecir a los vecinos para que no falte trabajo en la barriada.
La Banda de Cornetas y Tambores puso sonido a la alegre marcha que llegó acompañada por la junta de seises de Las Siete Palabras, la corporación municipal y una representación de las cofradías leonesas.
La fiesta del 1 de mayo, que en época franquista se trasladaba al 18 de julio, lleva celebrándose en El Ejido desde 1955.
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Una cita especial para una mañana no laborable que despierta a los vecinos para invitarles a participar en el día grande del barrio.
La solemne eucaristía y la comida de hermandad cerrarán los actos de esta jornada marcada en morado en el calendario de Jesús Divino Obrero.
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