La obra del Mercado del Conde se hará en dos fases y contará con cafetería pero no con gastrobares

Una obra que no alterará el normal funcionamiento del mercado, que continuará con su actividad. «Vamos a seguir aquí, actuando en el mismo horario, de 8 a 15 horas, de lunes a sábado», recuerda el presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado del Conde Luna, Carlos Escanciano.

Los puestos rotarán temporalmente hasta que la obra esté acabada y puedan pasar a ocupar el puesto que les corresponda a cada uno de ellos.

Las tiendas quedarán agrupadas en islas y ocuparán una parte del mercado, quedando la otra abierta a eventos, actuaciones o degustaciones en las que colaborarán con el Ayuntamiento de León para dinamizar el mercado y contrarrestar la pérdida de clientes que han sufrido.

«Tenemos mucha esperanza. Llevamos mucho tiempo esperándolo y queremos dar una nueva imagen al mercado. Que la ciudad de León tenga un mercado moderno, como merece, y más comerciantes, que haya más oferta», insisten desde la asociación.

La actuación pretende devolver la vida a este centro en el que apenas quedan 11 puestos abiertos. Su imagen de centro tradicional el consumo en el pequeño comercio leonés había caído en los últimos años. Arrastrado por el comercio online, los supermercados y las grandes superficies, este referente ha visto reducida la presencia de clientes de forma paulatina. «Necesitamos recuperar la vida que siempre tuvo. Sabemos que los tiempos son más difíciles para el pequeño comercio, pero esperamos nuevos profesionales y que la gente recupere la tradición de venir al mercado».

Actualmente, su día más fuerte es el sábado, además del viernes -de la mano de la hostelería- y los miércoles por el mercado de la Plaza Mayor. De lunes a jueves, el mercado sufre el abandono y la decadencia que quiere reparar con su modernización.

Entre las novedades se encontrará una zona de refrigerados para la recogida de pedidos online o la instalación de una cafetería con degustación de vino y café, quedando descartada otra de las aspiraciones de las que siempre se ha hablado en el mercado: los gastrobares. «No hemos apostado por ello porque en León tenemos al Húmedo a 200 metros y al Romántico a 300 y no van a funcionar».

A ello esperan sumar nueva oferta, algo que no será factible hasta que finalice la obra. En ese momento se recuperará la licitación de nuevos puestos, con descuentos en el canon para la venta de productos que no existan hasta ahora o jóvenes emprendedores.

Sin atreverse a dar un plazo fijo para ver la obra acabada, los comerciantes esperan que en un año se pueda dar por finiquitada. Mientras, los 11 puestos permanecerán al pie del cañón, ofreciendo productos de cercanía y calidad a los leoneses y manteniendo la esencia del pequeño comercio en la ciudad.