La obra del Conservatorio se reanuda, ¿de forma definitiva?: «Ya no nos creemos nada»

Para muchos es el cuento de nunca acabar, en el que siempre surge algo que, de repente, aleja una vez más el objetivo de que la ciudad de León disponga de un edificio propio y nuevo para el Conservatorio de Música.

En las últimas semanas, la maquinaria ha vuelto a trabajar en el solar del barrio de La Palomera donde se levantará esta infraestructura. O, mejor dicho, ya se ha levantado parte de ella en una obra que llevaba parada desde enero de 2023, más de dos años en los que la Junta de Castilla y León ha tenido que rescindir el contrato anterior, redactar uno nuevo, sacarlo a licitación y entregar la obra a la única empresa que se presentó al concurso, la gallega Obras y Servicios Gómez Crespo.

Es por ello que la exasperación y la desconfianza es total en la Plataforma por un Conservatorio Digno para León: «Llevamos 18 años esperando, desde 2007». Así de contundente se muestra Juan Luis García, representante de esta plataforma.

La Junta ha asegurado que la obra está a «un 50%», según expuso la consejera de Educación, Rocío Lucas, y que tiene un plazo de ejecución de 20 meses con un presupuesto de 5,6 millones para estar listo para su apertura en el inicio del curso 2027/28. «No esperamos nada, poco hay que esperar después de tantos años. Ya no nos creemos nada, ningún plazo», lamenta García.

Desde la Plataforma entienden que se puedan dar «retrasos» en las obras, pero no «tantos»: «Demuestra una gran ineficacia en la gestión». A ello unen que, consideran, el proyecto de este Conservatorio es una «oportunidad perdida» para dar un impulso a estas enseñanzas musicales en León.

«No se van a ampliar ni el cuerpo docente ni las especialidades. Las cuentas de la Junta son que León es una zona en declive poblacional y de desarrollo y no prevén hacer ningún tipo de ampliación», señala Juan Luis García.

«La protesta social solo sirvió para evitar el disparate de llevarnos al estadio. Han incumplido plazos, con mentiras constantes. Hasta el diseño del edificio es una bofetada», lamentan.

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