El obispo leonés de la Lotería, el primero en llegar al Teatro Real

Juan de día, obispo de noche. El hostelero más mediático de León descuenta días y hojas del calendario desde su Azaila 1930 para esperar su gran puesta en escena.

Llega diciembre, antaño sinónimo de frío y tiempo desapacible, pero para Juan López es el mes más esperado.

El polifacético leonés ya se encuentra en el Teatro Real. Ha sido el primero en llegar. Ha dejado a un lado el traje de hostelero para calzarse el de obispo de la Lotería.

Si hace apenas unas horas reunía al expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla con su barrio de La Palomera para su popular encendido del poblado navideño, ahora se ha ido a Madrid para disfrutar de su otra piel.

El obispo de la Lotería llegaba este domingo al Teatro Real y avisaba a Manoli, otra fiel compañera de batallas en esto de los bombos, que a sus 87 años aguardará con Juan a las puertas del edificio hasta el próximo 22 de diciembre, día del Sorteo Extraordinario de Navidad. «Nos turnamos para que sea más llevadero. Ella, por edad, hace las horas más cálidas del día y yo el resto».

Ambos, con sus peculiares disfraces, no se moverán de allí hasta el día 22. Poco a poco se sumará el resto de personajes que cada año ponen la nota de humor al sorteo y sus vísperas.

«Aquí todo son entrevistas y fotos con la gente que vienen a saludarnos», explica el leonés. Muchos turistas y madrileños que se encuentran con el obispo le piden que les bendiga los décimos. «Hay gente que nos trae café, algún dulce navideño y hasta recuerdos de la ciudad. Es alucinante», dice sorprendido Juan López, a pesar de ser todo un veterano de este evento. «La gente se porta bien con nosotros. De alguna manera, somos parte del sorteo y levantamos expectación».

En esta ocasión, el hostelero comparte el décimo «de los cinco ceros, el de la Casa Real», según el mito, con Enma García, la presentadora del programa Fiesta. «A ver si nos lleva a cantar unos villancicos con ella», reconoce.

Serán tres semanas por delante en los que tendrán que combatir el frío y el cansancio, algo que harán a buen seguro con una dosis de humor y diversión envuelto en el cariño que la gente muestra a estos emblemas del 'Gordo'.

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