55 nuevos ERTE en febrero en León y las dudas siguen: «Vivo a expensas del Bocyl»

En el mes de febrero se han sumado 55 expedientes de regulación de empleo a la larga lista que mantiene la provincia leonesa desde el inicio de la pandemia y con ello, un total de 151 trabajadores.

Las opciones de ampliar o iniciar un tipo de expediente de regulación de empleo por causa mayor tras las restricciones parece estar lleno de facilidades. Pero no es así. Son muchas las complicaciones que tienen estas tramitaciones y no todo es tan simple como parece. Los retrasos en los pagos por la saturación de las oficinas del SEPE siguen sucediendo casi un año después de su puesta en marcha.

Cantidades erróneas o retraso en los pagos son los problemas más comunes. A todo ello se une que en ocasiones estas cantidades no cubren los gastos fijos de los trabajadores.

Celia Matías, ha pasado ya «por todo tipo de ERTE» ya que al trabajar en un centro deportivo destinado a las actividades grupales han sido uno de los sectores más afectados por las medidas restrictivas del equipo de gobierno. «El primer ERTE, lo cobramos y me considero afortunada, en mayo», explica la joven leonesa.

En su situación, «mitad de marzo y abril o tiras de lo que tienes o de la persona que está en casa o no sino tiene un colchón.. al final tienes pagos que no se van, se va parte de su sueldo, pero tus pagos, tu hipoteca y los gastos siguen estando», lamenta. Celia tiene 36 años y se considera afortunada, ya que su pareja no ha dejado de trabajar en ningún momento. Entre su sueldo, los ahorros y el ERTE, cuando llegaba, no han tenido problemas económicos. Pero si laborales.

La joven volvió a trabajar en verano, ya que Aragua Ocio se hizo cargo de la gestión de las piscinas municipales. Pero tras dos meses volvieron las incertidumbres.

«A raíz que cierran las piscinas no sabíamos que podíamos hacer y fue un momento de ¿Qué hacemos con tu ERTE?». La situación de la empresa es muy complicada y ha pasado en un año de tener más de 200 trabajadores a mantener a la plantilla mínima y, desde hace meses, de nuevo en ERTE.

«Vivimos día a día un ERTE puede cambiar de un lunes a un martes, vivimos a expensas de lo que saca cada día el BOCYL», asegura la trabajadora de Aragua. Si las medidas se relajan, volverán a salir del expediente, pero seguramente de forma parcial «porque no hay trabajo para todos los compañeros».

Con esperanza y ganas de trabajar, porque Celia reconoce que eso no lo pierde. La leonesa espera que la situación pase cuanto antes y la normalidad devuelva a su centro de trabajo toda la plantilla que la pandemia se llevó.

La situación es parecida en el restaurante La Mary, donde la plantilla de 16 personas no ha vuelto a estar unida desde marzo. No todos han podido salir del ERTE e incorporarse al restaurante y el ánimo entre la plantilla es diverso. «Cada uno tiene un carácter y es complicado, pero los más optimistas animamos al resto del equipo», explica el gerente del restaurante.

Los 16 empleados del restaurante no han salido al completo de este expediente que permite, en cierto modo, mantener la plantilla sin despidos. Una de las palabras que se coló en el vocabulario de los españoles en marzo y que hoy sigue siendo la 'ocupación laboral' de más de 7.000 leoneses en el conjunto de la provincia. El mayor problema sigue siendo la incertidumbre.