El nuevo San Marcos

San Marcos ofrece ya a sus huéspedes una experiencia sensorial diferente a un hotel cualquiera. El establecimiento es en sí un museo, una amalgama de obras de arte que se esconden en cada pasillo.

Este hostal pretende ahora dar un paso más en su oferta al cliente y para ello ha recurrido al proyecto inicial, del año 2017, en el que el leonés Miguel Martínez ampliaba los servicios del parador enfocándolo a los eventos y la salud.

El Gobierno, de la mano de Turespaña, recoge aquel guante ahora. Cinco años después del derribo del edificio moderno, la idea de Paradores es que un nuevo bloque soporte las «nuevas demandas» del sector turístico.

El proyecto de obra que se realizará en los próximos 12 meses tendrá como objetivo diseñar un espacio dedicado al turismo de negocios y eventos, además de una nueva zona exterior especializada en el bienestar y la salud.

El nuevo área de San Marcos, que contará con financiación en los presupuestos de 2024, tal y como señaló la ministra Reyes Maroto, pretende captar al visitante que apuesta «más por la calidad que por la cantidad» con una ampliación cuyo número de habitaciones queda aún por determinar.

El parador quiere convertirse en un «icono» del modelo turístico español basado en «calidad, sostenibilidad y digitalización» que mejore la experiencia del cliente. Contará con 2.000 metros cuadrados de salones para eventos y 250 metros más de área 'wellness'. «Complementa lo que no ofrece San Marcos con nuevas experiencias para un cliente más exigente que ve en Paradores calidad e innovación».

Este es el objetivo que Paradores persigue en San Marcos y que le convertirían en «el mejor de la red», manifestó Reyes Maroto.

Todo ello sobre el papel. Ahora toca pasar de las musas al teatro o, como dijo la ministra, de las palabras a los hechos y que el proyecto diseñado por Turespaña tome forma con presupuesto y ejecución de obra.

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