El nuevo plazo para entregar la reforma del Conde Luna llega hasta 2024

El último plazo que el Ayuntamiento de León ha facilitado a los comerciantes de los 11 puestos que siguen abiertos es «en la última semana de enero». Esa es la nueva fecha «definitiva» para que las tiendas se trasladen a su puesto definitivo tras la reforma.

No habrá tiempo para nuevas prórrogas. De hecho, al ser una intervención financiada por fondos europeos, el plazo de ejecución expiraba el próximo 31 de diciembre, por lo que habrá que solicitar una pequeña prórroga.

La obra comenzó en septiembre de 2022 y tenía un periodo de ejecución de 8,5 meses. Sin embargo, en mayo de este año hubo que prorrogar los trabajos por 180 días debido a la «crisis de suministros de materiales», por lo que se debía terminar en octubre. Finalmente, y tras pedir su puesta a punto «antes de la Navidad», no será hasta el nuevo año cuando se proceda al traslado y puedan empezar a trabajar en los nuevos puestos.

Desde la Asociación de Comerciantes del Mercado del Conde Luna se quita hierro a la fecha y ponen en valor que «la cosa siga avanzando». «Dentro de lo malo, no estamos tan mal. Peor era la idea inicial de llevarnos a una carpa».

Su presidente, Carlos Escanciano, espera que la modernización de este mercado permita sacar a concurso nuevas licencias y que las empresas apuesten por instalarse aquí. «Ideas hay muchas, pero están todas en el aire», exponen. Recuerdan que ya se intentaron licitar ocho puestos hace unos años y quedaron desiertos.

El vicepresidente, Sergio Fernández, apuesta por la llegada de repostería, pastelería, panadería y confían en la llegada de un bar. «Cafetería siempre hubo y venía mucha gente, sobre todo los sábados. Para nosotros es un lugar para escaparnos con un proveedor o un cliente, un lugar de cercanía en el mercado». También se plantea la posible llegada de algún comercio de no perecederos.

La asociación espera que la obra sirva para «relanzar al pequeño comercio» con la atención personalizada que ahora ofrece el Conde Luna. «Es un lavado de imagen, de puestos y comerciantes que necesitábamos para actualizarnos a los nuevos tiempos».

De esta forma aspiran a frenar el «declive» que ha reducido en un 80% la oferta que tenía el mercado. «Apostamos por la reforma, las ganas de los jóvenes y tirar para delante con este mercado».

Y es que en la conocida como 'plaza cerrada' se seguirá ofreciendo «algo distinto» a las grandes superficies: trato personal y buen producto a un precio «algo superior» que merece la pena pagar por un servicio más cercano y, dentro de poco, más moderno.