Las nuevas farolas led de León capital reducen a la mitad la iluminación de las calles de la ciudad

Del amarillo al blanco en un proceso que supone el cambio de los 20.000 puntos de luz que iluminan la ciudad y que ha supuesto, además del cambio de color en las calles, la pérdida de una enorme capacidad lumínica.

El cambio ha superado los aspectos más ornamentales y la realidad es que hoy las calles de la ciudad están la mitad de iluminadas que hace unas semanas.

La queja de un grupo de vecinos sirvió en las últimas semanas de antesala para la comprobación efectiva de esta realidad. Testada con un luxómetro certificado cada punto de luz de la nueva iluminación 'led' aporta 22 lux de medida, la mitad de aportación lumínica que con anterioridad. Cada lux equivale a la iluminación de una superficie que recibe un flujo luminoso de 1 lumen por metro cuadrado.

El mismo luxómetro certifica que las 'viejas farolas' amarillas aportaban una iluminación de 48 lux, más del doble de las actuales. De ahí la sensación de 'apagón' que los propios vecinos han trasladado al Ayuntamiento.

Sin embargo, la diferencia de luz urbana en la ciudad, hoy con una apariencia de oscuridad, se mantiene dentro de los márgenes habilitados por el nuevo contrato de la iluminación para la ciudad pero se aleja de la sensación de seguridad lumínica exigida por los vecinos.

El actual contrato de la luz en la ciudad de León fue adjudicado a la unión temporal de empresas (UTE) Fermasa OHL Servicios en un proyecto que cuenta con una vigencia de 10 años y un presupuesto próximo a 21 millones de euros (el contrato conlleva la incorporación de 20.014 puntos de luz, 1.519 columnas y 150 centros de mando).

Con la nueva iluminación de la ciudad, que reduce a la mitad la visibilidad urbana, el ahorro estimado debería alcanzar el 75% respecto al anterior.