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Las comuniones se han vuelto todo un reto para las familias. Misa, banquete, juegos, actividades, un dj e incluso una sobremesa que puede llegar hasta las 21:00 horas.
La provincia se suma a esta «nueva» tendencia en la que no solo se busca un « ... banquete tradicional» sino que, la celebración, va mucho más allá de lo que rutinariamente se recuerda. Una celebración que despunta en la búsqueda de juegos y actividades y en la que cada año se busca «innovar» incluso en los banquetes.
Este acto católico celebrado mayormente entre los meses de mayo y junio ha ido modificando su manera de festejo. Quedan atrás las reuniones caseras y los restaurantes del centro de la ciudad y despuntan las fincas alejadas y los mesones con espacio para eventos.
«La mayoría de los padres busca un lugar con finca, un terreno en el que poder traer hinchables o actividades adicionales que se sumen a la comida», indica Maite Borge de Finca La Realeza. Su establecimiento, ubicado a pocos kilómetros de la capital, cuenta con un espacio reservado donde las familias pueden disfrutar de actividades durante la comida e incluso tiempo después. «Van años que esta tendencia se va marcando cada vez más», asegura Borge.
Las reuniones siguen reservando un espacio más familiar. Los números varían, para la mayoría de los establecimientos, entre las veinte o treinta personas. Pero los menús es algo que va modificándose cada vez más. «La gente ya no solo busca los platos más comunes, sino que lo sofisticado es lo que más llama ahora mismo la atención», asegura Pablo Velázquez-Duro, gerente de La Posada del Marqués, en la localidad de Carrizo de La Ribera.
Este establecimiento también cuenta con un lugar donde los comensales pueden traer sus propias actividades. «Está cambiando el modo de entretenimiento y eso se nota», indica. Magia, juegos e incluso talleres de sushi son algunas de las actividades que Pablo ha podido observar recientemente. «Nosotros ponemos la comida y los clientes traen el resto», asegura.
Las comuniones, que comienzan a reservarse desde octubre, son una cita con la que los padres, en muchas ocasiones, «pierden la paciencia». «La mayoría de los padres llama preguntando para saber la fecha en la que se harán porque quieren reservar el restaurante lo antes posible», asegura Manuel Flaker, responsable en la parroquia de Nuestra Señora del Mercado.
A pesar de que el sacerdote insiste en que la comunión sigue siendo un acto que respeta las normas litúrgicas, sí que ha notado que en el banquete las familias buscan una celebración mayor. «En la parroquia el protagonista es el señor y evitamos cualquier centricidad que supere lo normal de la liturgia», explica. Una situación que «no suele darse» ya que el respeto de las familias en la institución es notable.
Las comuniones siguen cumpliendo un horario de mañana estipulado por la iglesia que se establece a principios de octubre con la catequesis y en la que las fechas ya se marcan para acelerar el proceso de reserva en las familias. «Nosotros intentamos que el acto sea lo más bonito posible siempre que sea litúrgico», añade. Una situación en que, junto con los progenitores deciden decorar la iglesia y participar en conjunto para hacer de este momento, un momento «único» para sus hijos.
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