Inquietud en el profesorado leonés por la falta de adaptación para recibir a los alumnos de 2 a 3 años

Sin embargo, la realidad dista de lo que se dice sobre el papel. En el CEIP San Claudio de León prima la incertidumbre. Según afirma su directora no tienen demasida información y, a pesar de que los alumnos llevan matriculados desde junio no sabe los servicios que van a poder ofrecer.

«El curso empieza el 9 de septiembre, pero para esa fecha no sé si estarán acabadas las obras de adecuación». De momento los profesores «están contratados, hay servicio de madrugadores y comedor» pero las decisiones políticas «se han tomado sin tener en cuenta la realidad».

Eso mismo resalta Javier Ampudia, delegado de enseñanza en CSIF León, «la medida es una decepción» se lamenta «ha habido falta de trasparencia, de planificación y de voluntad por parte de las administraciones».

Ampudia volvía a destacar la lentitud de las obras, como ya hacían desde el CEIP San Claudio, y afirmaba que «nos han llamado muchos compañeros para mostrar su desaliento» porque el curso comienza y las instalaciones no están preparadas.

Desde el CSIF ya se envió en su momento un escrito oficial criticando la «falta de trasparencia» por los problemas con los listados. «El primero salió muy tarde, no se explicaron nunca los requisitos para poder optar a una plaza y no fueron aceptados todos los que lo pidieron cumpliendo con las medidas necesarias», aseguran sus representantes. «A raíz de estas protestas» se lanzó un segundo listado en el que se incluyeron «unos pocos colegios públicos, pero muchos privados más».

Algo que a Ampudia no le cuadra pues «se pretendía conseguir un aumento progresivo de plazas públicas, es decir, en centro públicos no en centros privados subvencionadas» y no está siendo así.

Más bien todo lo contrario, los centros privados parecen ser los grandes beneficiados de esta medida. Javier lo comparaba con Europa donde «más del 90 por ciento de las plazas para niños de dos años son públicas» y espera que así sea su futuro en España porque «educación y negocios son antitéticos y hay que salvaguardarla, por lo tanto tiene que estar en manos públicas».