«No es normal que estos perros agredan de una forma tan violenta»

Así se define el trabajo de las dos razas autóctonas de la provincia. Estos dos tipos de perros, mastín y carea leonés, se han visto envueltos en la tragedia de una joven zamorana, de 27 años, que paseaba por un camino entre Roales del Pan y La Hinojosa.

Arancha fallecía tras sufrir un «feroz» ataque de cinco cánidos -tres mastines y dos carea-. Una situación que resulta «muy extraña» para Félix García, secretario de la Sociedad Canina de León. «La situación cambia si iba con su perro o solo», advierte extrañado de que un mastín llegue a generar un ataque mortal.

«La reacción de los mastines será de defensa de su rebaño o de los carea y eso puede generar una situación agresiva o violenta», reconoce, aunque se pregunta qué más pudo ocurrir para llegar a matar a una persona. «Es muy difícil. Recibir mordiscos o un ataque, sí; pero llegar a ese nivel...».

De hecho, explica que los ataques que ha vivido siempre han sido hacia el propio dueño por entrar de noche a la majada y pegar a un carea. «Tiene que haber una situación muy violenta para que reaccione. Llegar a agredir de una forma tan violenta a una persona no es normal».

El secretario de la Sociedad Canina de León también pone el foco sobre el ganadero y los «hábitos» de cuidado del rebaño porque «meter un mastín en una majada sin tener formación puede ser difícil». Por ello trabajan en el asesoramiento a nuevos propietarios de esta raza «para que sepan lo que tienen».

Sobre la polémica de tener perros sueltos en pueblos, Félix García se muestra contundente: «Tienen que estar sueltos cuando realizan su función de proteger al rebaño. Por las noches tienen que estar encerrados salvo que estén en un puerto de montaña. Si la majada está en el pueblo, tienen que estar encerrados y eso lo hacen los ganaderos habitualmente», expone. Además, durante la actividad, en momentos que deben estar sueltos, recuerda que el ganadero «debe estar vigilante» de todo lo que ocurre.