Una mujer se enfrenta a dos años y medio de prisión por robar en Zara y agredir al vigilante

La acusada, con antecedentes penales no computables, se acercó a la tienda de Zara en la avenida Ordoño II sobre las 12:45 horas de la mañana con la idea de cometer el robo. La mujer llevaba en su bolso un gancho o ganzúa que llevaba para forzar las alarmas de las prendas y poder sacarlas de la tienda sin levantar sospechas.

Y así lo hizo con varias de ellas, con un precio de venta de 155,65 euros, pero el vigilante de seguridad la vio apropiarse de la ropa y al intentar la acusada salir de la tienda éste le dio el alto y le pidió que mostrase el interior de la bolsa. Según relata el fiscal en el escrito de acusación, comenzó en ese momento un forcejeo en el que el vigilante logra recuperar las prendas, pero ella huye de la tienda.

Tras su salida el vigilante fue tras ella, alcanzándola en la calle Alcázar de Toledo. En esa vía un hombre, que esperaba a la acusada, amenazó al vigilante asegurando que o dejaba marchar a la mujer o le pegaría.

Como consecuencia de los empujones y el forcejeo con la acusada, el vigilante sufrió una contusión y un esguince de muñeca que precisó de asistencia médica y rehabilitación para su curación. Un proceso que duró dos meses y que fue en perjuicio básico.

El fiscal asegura que los hechos relatados son constitutivos de un delito de robo con violencia en un establecimiento abierto al público y un delito leve de lesiones de los cuales es culpable la mujer acusada. Por ello, pide que se le imponga una pena de dos años y medio de prisión por el robo y dos meses de multa con cuota diaria de diez euros por las lesiones.

A su vez, se le prohibe la entrada en la tienda de Zara en la que cometió el robo durante tres años y medio.

Por otro lado, el fiscal considera que hay un delito leve de amenazas del que es culpable el acusado que la esperaba en la calle lateral. En este caso, se pide una pena de dos meses de multa con cuota diaria de diez euros.

A pesar de que las prendas robadas fueron recuperadas, el deterioro de las mismas al retirar las alarmas impide que puedan ser puestas de nuevo a la venta. Por ello, la empresa Zara España S.A. también se persona como acusación y el fiscal pide que sean indemnizados con 155,65 euros que es el valor de la ropa sustraída.

Por otro lado, la mujer acusada deberá pagar 1.863 euros al vigilante de seguridad en concepto de responsabilidad civil por los días que tardó en curar sus lesiones.