Secciones
Servicios
Destacamos
La gente solo muere cuando la olvidan. Y hoy el olvido está más muerto que nunca. Hoy es tiempo de mirar atrás, de recordar, de añorar, de mantener con vida a los que un día se marcharon para siempre.
Como cada 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, los leoneses se han citado con el recuerdo y han peregrinado a los cementerios repartidos por toda la geografía de la provincia para honrar a sus seres queridos.
Cielos encapotados y lluvias intermitentes para una jornada cargada de sentimiento, en la que como cada año ha sido incesante el ir y venir de personas al campo santo de León capital desde primera hora de este viernes.
Poco a poco, como un tintineo, el colorido de decenas de centros, ramos y adornos florales han teñido el grisáceo de las lápidas del cementerio de León donde la masiva afluencia de personas no ha roto con el silencio y la solemnidad de este espacio.
Una jornada para el recuerdo y para la reflexión, para la añoranza, para el júbilo y para la nostalgia y, porque no, una jornada para el dolor.
Porque hay dolores recientes e incluso que con el paso del tiempo son imposible de borrar y que aún empañan de lágrimas las mejillas de sus seres queridos que hoy, con recogimiento, han querido mantener más vivo que nunca su memoria.
Un día, el de Todos los Santos, en el que hoy más que nunca en el cementerio no habita el olvido. Un día para detenerse y pensar, para echar de menos pero también para revivir y para recordar momentos especiales.
Publicidad
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.