La muerte de Dawry contó con «un plan para matar» y un único disparo acabó con la vida del joven en León

Uno de los acusados, en prisión provisional, acudía arrestado al palacio de justicia, al que también acudían las otras tres personas encausadas. Para todas ellas, la fiscalía se solicita una pena de 14 años de prisión por homicidio, todos ellos en el mismo grado, tanto para el autor material del crimen como para sus presuntos colaboradores, además de 18 meses más por tenencia ilícita de arma para el acusado que presuntamente disparó el arma. A ello se suma el agravante de superioridad al ser cuatro contra uno.

Tras un cambio de sala para acomodar en el lugar al jurado popular -formado por seis hombres y tres mujeres-, la sesión daba inicio con la lectura del escrito de informes. «Hubo un plan para matar», comenzó contundente la fiscal.

La primera descripción de los hechos, en el lugar en el un disparo que hirió en la mano y posteriormente en la cabeza de Dawry, relató cómo tras un breve cruce de palabras y un 'cacheo' a la víctima, el acusado principal, E.C.C., en compañía de los otros tres -H.C.V., A.M.A. y J.L.J- apuntó a Dawry y le amenazó por haber perpetrado un robo en su casa. Finalmente, un disparo acabó con la vida del joven dominicano.

El ministerio fiscal ha expuesto al jurado popular que los cuatro imputados «se pusieron de acuerdo, aunque solo uno pudo pulsar el gatillo. Todos formaban parte de un plan que se pudo establecer previamente o en el mismo lugar donde deciden darle un escarmiento». El abuso de superioridad habría quedado construido al encontrarse cuatro personas contra uno para «asegurar que el plan va a salir bien».

La letrada de la acusación de la familia de la víctima reseñó el «dolor» causado a la madre y hermanos por perder a su hijo «a causa de un balazo en la cabeza» y tratará de demostrar que «ambos tenían un blanco, que dejaron abandonado» en el camino entre Villavente y Carbajosa. «La prueba nos tiene que llevar a concluir que los acusados participaron de igual manera en la muerte de Dawry».

Las alegaciones de las defensas rechazaron la «certeza» de los hechos relatados en el escrito de fiscalía. «No ha habido ningún plan, ningún acuerdo. Todo pasó espontáneamente». El letrado del acusado de disparar ha asegurado que aunque la acción de su cliente «haya dado el resultado de muerte de Dawry», ha descartado que formara parte de un plan. «Vamos a demostrar que E. no apretó el gatillo con intención de matar. Fue un accidente, una desgracia», señaló rebajando al grado de homicidio imprudente los hechos.

La acusación particular eleva la pena hasta los 15 años de prisión para cada uno y 18 meses más para E.C.C., quien presuntamente poseía el arma del crimen. Además de una indemnización de hasta 110.000 euros para la familia de la víctima.

Por su parte, las defensas solicitan la libre absolución de todos ellos. En el caso de E.C.C., y como medida subsidiaria, una pena por homicidio imprudente ya que se asegura «carece de dolo». Para H.C.V., se reduce la relación con la víctima a «un servicio de transporte» y se pide la absolución. También se reclama la libertad para A.M.A. y J.L.J..