El móvil del leonés que se precipitó al mar al hacer un selfi quedó en tierra

Avanza la investigación sobre el accidente que sufría un leonés este fin de semana y que acababa con su vida tras precipitarse por un acantilado mientras se hacía un selfi.

El varón, de 62 años, fallecía en Ortigueira, en la zona donde está instalado el banco de Loiba, calificado como uno de los más bonitos del mundo. El hombre se acercó demasiado al precipicio y acabó cayendo cuando intentaba inmortalizar la escena con él mismo en la imagen.

No ha trascendido más información de qué hacía allí, aunque sí ha habido testigos que afirman que se encontraba solo en el lugar del accidente. En la zona también apareció su coche, que fue localizado por la Guardia Civil debido a que el fallecido llevaba las llaves enganchadas a su cinturón.

Según ha declarado el alcalde de Ortigueira, Valentín Calvín, en declaraciones a La Voz de Galicia, un testigo vio cómo el leonés se hacía selfis con su teléfono móvil. Cuando volvió a mirar, el varón ya no estaba en el lugar y había caído por el acantilado. Solo quedaba el móvil con el que trató de fotografiarse, que se encontraba en la tierra de esta zona alta. Todo hace indicar que se acercó demasiado al bordillo y acabó cayendo al mar.

El cadáver fue rescatado gracias a la intervención del helicóptero Pesca II y con ayuda de un buzo de la zona.

El concejo no descarta ahora tomar medidas de seguridad para evitar nuevos accidentes como el protagonizado por este leonés. Eso sí, el alcalde reconoce que cuentan con muchos kilómetros de costa y no dan a basto para abarcar todo el perímetro marítimo.

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