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El abogado Carlos González-Antón se sube a un barco que, de llegar a buen puerto, logrará que el perfil de la Montaña Leonesa siga luciendo sin grandes molinos. Parece sencillo, pero la aventura legal que queda por delante invita a echar el resto.
Junto a la escultura del pendón leonés, en la explanada de la Junta de Castilla y León, la Plataforma por el Futuro de la Montaña Central Leonesa anunciaba la incorporación de González-Antón como letrado y asesor del colectivo.
En la fría mañana del sábado, la presidenta de la asociación, Esther Domínguez, se congratuló por el 'fichaje' al tiempo que destacó que «nos aportará el asesoramiento y la dirección en nuestras acciones». Domínguez, que también es presidenta de la Junta Vecinal de la Valcueva apuntó que «ya tenemos los apoyos suficientes de todas las asociaciones y entidades que tenemos detrás, con una fuerza jurídica, económica y social que eviten que tengamos que llegar al TSJ».
Carlos González-Antón, letrado visible en diversas causas verdes a lo largo de la historia reciente de la provincia. señaló que EcoUrban Consultores «seguirá trabajando como lo ha hecho siempre por los valores de la Montaña Leonesa». El abogado recordó que en anteriores ocasiones ya plantaron batalla legal en capítulos como cielos abiertos y parques eólicos. «Hace 30 años cofundé la Asociación de la Montaña de Babia y Luna y ahora vemos cómo hay gente joven comprometida con el territorio, entendemos que se demuestra que en la provincia se pueden instalar proyectos sostenibles, pero hay que elegir bien las ubicaciones».
Entendiendo que «las cosas se pueden hacer de otra manera», González-Antón llamó «a no cometer los errores del pasado, ya que esta provincia ha remado en contra del futuro de la misma, en contra de las nuevas tendencias y en el nudo de Villameca, donde hemos intervenido, nos tuvimos que sentar los recurrentes, la administración y las promotoras».
Como primera acción el colectivo exigirá a la Junta de Castilla y León y al Ministerio «que nos convoquen a todas las partes para ver cómo se debe planificar la implantación de la energía renovable sin damnificados, evitando acudir a los tribunales».
El letrado destacó que, no obstante, existen los medios «para llegar al Supremo porque hay los argumentos necesarios para ello».
Así, recordó que «la técnica y la tecnología permiten ahora mismo implantar eólicos en muchos sitios», por lo que consideró que «si las empresas quieren hacer estos proyectos, a lo mejor por responsabilidad social corporativa tienen que plantearse no ponerlas en aquellos sitios en los que pretendan amortizar el proyecto en diez años», sino «en otros sitios en los que aunque haya menos viento produzcan menos daño».
Sea como fuere, Carlos González-Antón quiso lanzar un mensaje de optimismo: «La energía renovable debe asentarse respetando el territorio, la democracia de las juntas y la idoneidad de las zonas».
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