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María Fernández
Torre del Bierzo
Sábado, 15 de enero 2022, 09:25
La reciente historia del patrimonio leonés nos muestra cómo, en los últimos años, construcciones abandonadas durante décadas se han convertido en bienes que deben ser protegidos.
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Así está ocurriendo con los cortines de Fonfría (Torre del Bierzo), datados entre los siglos XVIII y XIX y que servían para proteger los colmenares o truébanos de otros animales como los osos y que ahora el Servicio Territorial de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León estudia declarar como Bien de Interés Cultural, BIC. Según informan desde Patrimonio ya está abierto el oportuno trámite de información previa con el fin de determinar la conveniencia de incoar alguno de los procedimientos establecidos en la Ley para la protección de bienes integrantes del patrimonio cultural de la comunidad.
Ya el pasado mes de octubre, este servicio incluyó los cortines en la Carta Arqueológica de la provincia. Con ello, la Administración autonómica pretende garantizar su conservación y así se lo ha solicitado al Ayuntamiento de Torre del Bierzo mediante un escrito firmado por la jefa del servicio, Amelia Biain, que también ha sido remitido a la Diputación de León.
Fonfría, es un pueblo abandonado en los años 60 que ahora está renaciendo. A kilómetro y medio del mismo se ubican estas colmenas tan particulares que también se dejaron de utilizar hace cinco décadas y que ahora han sido rescatadas por un vecino del pueblo. «En ellas hay truébanos que son colmenas hechas con troncos, pero la maleza era tal que estando en uno no se veía el siguiente a pesar de estar a unos metros», relata este vecino quien destaca que era como descubrir una «ciudad en la selva».
Precisamente la cercanía de los cortines entre sí es lo que hace único a este yacimiento. «En otros lugares este tipo de construcciones suelen estar aisladas o, como mucho, separadas por algunas decenas de metros. Rara vez se ven más de dos o tres cortines juntos para evitar la 'competencia' entre las abejas», relata el descubridor quien subraya la singularidad del enclave localizado en una ladera muy empinada, adaptada el vuelo de retorno o salida de las abejas y soleada, en una zona apartada de las tierras de laboreo y de los pastos, con arroyos próximos.
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Los colmenares se han creado con una estructura de muros de piedra que guardan las colmenas, construida «en piedra seca» -técnica que desde 2018 forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad-, con losas grandes y puntiagudas situadas encima de los muros que sobresalen para que los osos no pudieran escalar y comerse la miel. Durante el proceso de documentación para averiguar su origen este vecino descubrió que en 1752, Fonfría contaba con 429 colmenas.
Su descubridor no solo limpió las colmenas, sino que comenzó a investigar sobre ellas. Así, consultó en el Archivo Histórico Diocesano de León y en el Archivo Histórico Provincial de León. También contactó con el Archivo Histórico Provincial de Valladolid y comunicó el descubrimiento al Ayuntamiento de Torre del Bierzo, el Consejo Comarcal y el Instituto Leonés de Cultura (ILC) de la Diputación de León, asegura. Además, el 20 de mayo de este año, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de las Abejas, este vecino de Fonfría registró una solicitud para que la Junta de Castilla y León declare Bien de Interés Cultural (BIC) el yacimiento. Una petición, tal y como ha confirmado la Junta de Castilla y León a este medio, se está estudiando.
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Además, el vecino de Fonfria también
De hecho, tal ha sido la difusión que ha tratado de darle que 'Natural Bee Husbandry', publicación especializada en apicultura editada por Northern Bee Books, dedicó un texto en su edición de primavera al descubrimiento de estos colmenares y, según el descubridor, su director aseguró que «deberían ser declarados patrimonio de la humanidad».
Además, la zona ha recibido la visita del arqueólogo de la Junta Julio Vidal. Así comenzó el proceso administrativo que ha concluido, de momento, con la inclusión del conjunto en la Carta Arqueológica de la provincia como bien del patrimonio etnográfico.
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No es este el primer descubrimiento que hace este vecino de la zona. Además de petroglifos, el hombre también encontró una fíbula de la Edad de Bronce que se encuentra ya en el Museo de León.
Una zona, Fonfría digna de descubrir ya que guarda muchos secretos de nuestro pasado.
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