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Un socavón lastra el paso de vecinos del barrio de Pinilla por una de sus calles más habitadas. En la calle Araduey, justo enfrente de la Iglesia del Colegio Divina Pastora, un hundimiento en una de las aceras ha obligado al dueño de un negocio de la calle a tomar medidas.
Tras el «pasotismo» de las autoridades locales para arreglarlo y después de casi dos años insistiendo para la reforma, Santiago Prieto, propietario de una ferretería, decidió el pasado sábado 24 de agosto cubrir el hueco con una mesa de la terreza de un bar cerrado temporalmente. La decisión la tomó justo después de que un vecino de 93 años se tropezase y se lesionase consecuentemente la cadera. «Estaba haciendo unas cosas con el ordenador y cuando vi gente, salí y vi al señor como colapsado», relata. «Puse la mesa porque como no es la primera vez, al menos evitamos que ocurra más veces», señala.
Y no es la primera vez que alguien de la zona sufre las consecuencias de ese bache. Al menos tres personas más se han caído por el descuidado estado de la calle, obligando sobre todo a personas de la tercera edad como Josefa a sortear el bache de manera muy cuidadosa para evitar males mayores.
«Esto es vergonzoso, lleva más de año y medio así», comenta Francisco Javier, un habitual del barrio. «Vino la Policía Local hace unas semanas para cubrir otra cosa, se les avisó de este desperfecto y tomaron nota, pero ahí sigue», explican.
Además, achacan el hundimiento a una posible fuga de agua que arrastra la tierra, provocando de ese modo que poco a poco la acera y las baldosas se hundan cada vez más. «Es muy peligroso, lo tenían que haber subsanado cuanto antes», se queja.
Pero el señalamiento de los habitantes de Pinilla no se queda ahí y denuncian un descuidado generalizado de los barrios leoneses. «En mi vida vi ni Trobajo ni San Andrés sin León igual de mal que ahora, hay un abandono generalizado», afirman. «En muchas zonas están la mitad de las baldosas levantadas, como en el Paseo de Salamanca, ahí me caí yo», advierte.
Ya en el pasado mes de noviembre Pinillasufríalas consecuencias del descuidado de la zona por parte de las autoridades. En menos de una semana se vinieron abajo dos árboles «que ya tenían mal las raíces», un motivo más del descontento que ampara a este barrio leonés, que ahora vuelve a ver cómo sus calles sufren las consecuencias de abandono.
El desinterés por parte del Ayuntamiento para poner fin a los desperfectos que azotan a Pinilla provoca un generalizado descontento y un profundo sentimiento de rabia entre los vecinos. Porque el socavón no lleva ni un día ni dos, ni sólo una persona se ha caído por su culpa. Se trata de un problema que afecta al barrio entero y, como tal, demandan soluciones «inminentes».
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