Viernes 23 de febrero. Esa es la fecha que los comerciantes han señalado en el calendario para poner fin a un «eterno proceso de obras» que parecía «no acabar nunca«. Termina una etapa para los 11 puestos que formaban el conocido Mercado del Conde Luna ... que, tras un año y medio de espera, ha llegado a su fin con el traslado.
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La obra, que comenzó en septiembre de 2022 contaba con ocho meses y medio de ejecución para llevarse a cabo, pero han sido varias las fechas que se han prorrogado debido a diferentes motivos.
La primera de las fechas elegidas para su apertura fue mayo de 2023, un plazo que se alargó con una prórroga de 180 días por «la falta de materiales» y que trasladó la fecha oficial a octubre, pero volvió a no cumplirse.
Con un nuevo día señalado, el mercado prometió abrir sus puertas en el nuevo año, y así, se procedería al traslado para trabajar en los nuevos puestos. Finalmente, y tras mes y medio del comienzo del nuevo año, la inauguración del mercado parece tener cita cerrada para abrir sus puertas al público.
«Vamos a mantener los horarios y en general la forma de trabajo que hemos seguido hasta ahora», explica Carlos Escanciano, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado del Conde Luna. Aunque para los vendedores sigue siendo «todo un misterio» la inauguración ya cuenta con el aviso a todos los puestos. «Muchos de los comerciantes han aprovechado para irse unos días y coger vacaciones antes de retomar la nueva rutina», asegura Escanciano.
Con esperanza en la modernización del nuevo edificio, se espera el permiso para sacar a concurso nuevas licencias y así conseguir que las empresas apuesten por instalarse en el lugar. Hostelería, repostería o panadería son algunos de los campos desiertos que actualmente se encuentran dentro del mercado y los que podrían aportar mayores beneficios y una demanda superior de clientela.
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La asociación confesó en noviembre del pasado año a este medio que espera que la obra sirva para «relanzar al pequeño comercio» con la atención personalizada que ahora ofrece el mercado del Conde Luna. «Es un lavado de imagen, de puestos y comerciantes que necesitábamos para actualizarnos a los nuevos tiempos», señala.
Pero los comerciantes siguen «desinformados» sobre esta decisión, ya que no cuentan con la información necesaria para poder transmitir sobre la obra. «Solo sabemos que el miércoles y el jueves cerramos y que el viernes cuando abramos estaremos en el nuevo local», asegura Escanciano que ya conoce el mercado como su casa.
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Los comerciantes quieren confiar en un cambio que les lleve a frenar el «declive» que según explicaron a este medio redujo la oferta de puestos que tenía el mercado a un 80%. Una nueva oportunidad para muchos comerciantes que quieran volver al mercado tradicional pero con un nuevo lavado de cara.
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