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Aunque las inspecciones han bajado su persecución del incumplimiento de la Ley Antitabaco y de protección al fumador pasivo, la normativa sigue logrando sus efectos y la venta de tabaco, fundamentalmente de cigarrillos, hace un viaje marcadamente de descenso. Aun así son miles de personas las que fuman, el 22% de los mayores de 25 años lo hace en Castilla y León, según el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y un 25% se declara exfumador.
Dejar una adicción es una ardua tarea para la mayoría de los fumadores y, aunque algunos lo logran con la pura fuerza de la voluntad, los más necesitan terapias de apoyo o de la propia AECC, o de Sacyl a través de las consultas de deshabituación tabáquica –11.208 leoneses lo intentaron en 2018, el 5,42% de los mayores de 15 años–, entre otras opciones de abandono. El 19% de los fumadores manifiesta haber dejado de fumar por una recomendación facultativa y mientras el éxito de quien lo intenta solo es del 7%, con apoyo supera el 35%, según un informe de la Sociedad de Médicos de Familia, Socalemfyc.
Los datos de la AECC sobre sus tratamientos, que van más allá de los medicamentos y realizan terapias individuales y grupales, alcanzan el 75%. Y entre todo este amplio abanico de pacientes, hay muchos para los que el abandono de tal hábito parece una misión imposible, que suman fracasos y que demandan una intervención médica potente. Bajo estrecho seguimiento médico, algunos fármacos son beneficiosos en este sentido para algunos pacientes. Por ello, y dado su alto precio privado, la vareniclina y el bupropion se han incluido en la prestación farmacéutica subvencionada por el Sistema Público de Salud, tras el acuerdo alcanzado en la Comisión Interministerial de Precios y la resolución del Ministerio de Sanidad.
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Su prescripción se produce bajo receta electrónica en pacientes que estén incluidos en un programa de apoyo individual o grupal y cumplan los criterios establecidos: tener motivación expresa de dejar de fumar constatable con al menos un intento en el último año, fumar diez cigarrillos o más al día y tener un alto nivel de dependencia, calificado por el test de Fagerström.
Entró el vigor el pasado día 1 de enero, y en un solo mes ya son 251 los pacientes de León y El Bierzo –1.231 en toda Castilla y León– que están siendo tratados con esta medicación y algunos van ya por su segundo envase, es decir, que los médicos de Sacyl ya han prescrito el tratamiento farmacológico a 251 fumadores: 141 en León y 110 en El Bierzo, que suponen el 20,39% de la demanda de toda la comunidad, la segunda más alta por detrás de Valladolid.
Los datos más bajos son los de Soria y Ávila, unos porcentajes que tienen que ver con el número de habitantes. Hay también 22 pacientes de fuera de la comunidad que han recibido sus recetas y tratamiento en la región. Son datos facilitados por al Consejería de Sanidad en base a la receta electrónica; lo que significa que podría haber algunas prescripciones más por receta de papel, cuyo dato tardará aún unos días en cerrarse. Y también hay quien lo sigue prescrito por la privada, sin financiación pero con una bajada de precios. El Sistema Nacional de Salud costea un intento anual por paciente para dejar de fumar.
Cada prescripción se realiza por un envase, lo que equivale a un mes de tratamiento. Tras ello, el médico, en el marco del seguimiento del programa de deshabituación tabáquica, vuelve a valorar la evolución de la efectividad de la terapia con carácter previo a la emisión de la siguiente receta. El tratamiento completo tiene una duración de doce semanas.
Los cálculos del Ministerio de Sanidad es que, con la gratuidad de esta medicación que es muy cara, podrán beneficiarse alrededor de 83.800 personas en España (4.500 en la comunidad), con un impacto presupuestario estimado de 7,9 millones en el primer año.
El coste del tratamiento al día es de, aproximadamente, 2,19 euros por persona en el caso de la vareniclina –más conocido como Champix– y de 0,66 euros diarios en el del bupropion –libre de patente pero su marca más conocida es el Zymtabac–. Destacan fuentes del Ministerio de Sanidad que «si consideramos a una persona con una aportación farmacéutica del 40%, su aportación sería de 0,87 euros en el primero y 0,26 euros en el segundo supuesto. En vareniclina se producirá una disminución del 30% del precio actual del medicamento y en bupropion del 66% (formato mensual). Además, este descenso de precio se mantendrá cuando la ciudadanía adquiera estos medicamentos fuera de la financiación».
Comercializado bajo el nombre de Champix, la vareniclina es un medicamento de uso bajo prescripción médica indicado en adultos para dejar de fumar. Fue autorizado en septiembre de 2006 mediante un procedimiento de registro centralizado europeo y se encuentra en el mercado español hace trece años. Posteriormente a su comercialización, en Europa se notificaron casos de síntomas depresivos que incluían ideación y comportamiento suicida.
El Comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea de Medicamentos llevó a cabo una amplia revisión de la seguridad de vareniclina. La agencia concluyó en el año 2014 que había que actualizar la información del producto con el objeto de advertir a los profesionales sanitarios y a los pacientes sobre tal sintomatología depresiva en pacientes que estaban intentando dejar de fumar con vareniclina y que podía incluir ideación suicida o intento de suicidio.
Por todo ello, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios considera necesario recomendar su uso bajo prescripción médica muy estricta, con especial precaución en pacientes con alteraciones psiquiátricas subyacentes.
El Observatorio del Cáncer de la AECC registra una tendencia a la baja de personas fumadoras en los últimos cinco años, algo que también avalan los datos de ventas. Según sus datos, la mayor concentración de personas que fuma se encuentra en la capa social con menos ingresos y, en cuanto al nivel educativo, son las personas con estudios medios, (ESO y FP) las que fuman más.
Pese a que, según el Observatorio del Cáncer de la AECC, el 75% de la población española es no fumadora o exfumadora, todavía hay un 25% que sigue fumando, algo más bajo –del 22%– en la comunidad a partir de los 15 años. Otros datos del informe de la AECC es que el 58,6% de las personas fumadoras son hombres y el 41,4% mujeres y que es la franja entre 25 y 34 años donde más fumadores hay.
En cuanto a la exposición del humo del tabaco, con relación directa a la aplicación de la Ley Antitabaco, el dato más importante es el aumento en casi un 37% de las personas que 'nunca o casi nunca' están expuestas al humo del tabaco, y son los más beneficiados, los menores.
1.231fumadores de Castilla y León siguen un tratamiento con los nuevos medicamentos financiados por el sistema público. De ellos, 296 son de Valladolid.
12.303envases han sido prescritos por médicos de Sacyl mediante receta electrónica; de ellos, 267 son de Valladolid.
0,87euros paga una persona cuya aportación sea del 40% de un fármaco por la vareniclina (Champix) y 0,26 por el bupropion (Zymtabac).
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