Secciones
Servicios
Destacamos
A finales de febrero de 2020 el cuerpo del joven Dawry Vilorio fue localizado en un camino rural en el término municipal de Valdefresno, entre las localidades de Villavente y Carbajosa. Fue descubierto por un hombre que caminaba por la zona y los primeros agentes que acudieron al lugar ya pudieron comprobar que la víctima tenía dos disparos en su cuerpo, uno en la cabeza y otro en la mano.
Dos meses después un dispositivo de la Guardia Civil, arropado por unidades especiales y con la colaboración de unidades aéreas, propició la detención de los sospechosos de esta muerte en el barrio de la Inmaculada en León capital. Los agentes asaltaron la vivienda unifamiliar con todo tipo de medidas de protección localizando en el interior a los sospechosos.
A partir de este viernes, en la Audiencia Provincial de León y con jurado popular, tiene lugar el inicio del juicio por este crimen, con un sospechoso principal ahora en prisión y los posibles colaboradores (inicialmente el círculo abarcó a más de una decena de personas hasta quedarse reducido a un círculo de cuatro, uno de ellos de forma más estrecha).
El juicio pretende dilucidar los motivos que llevaron a la muerte de Dawry Vilorio, qué hubo detrás de ese crimen y las responsabilidades a asumir por el mismo.
Todo apunta hoy, en la antesala del inicio del juicio en sala, a que fue un compatriota quien decidió vengarse de Dawry, con el que supuestamente habría discutido por deudas pendientes. La víctima, según el relato establecido en la investigación apareció en un paraje aislado el 27 de febrero pero la Guardia Civil cree que al menos 48 horas antes tuvo lugar la acción criminal.
Curiosamente Dawry y su víctima eran amigos desde la infancia. Las buenas relaciones les llevaron a participar en cuestiones de menudeo de drogas y en otras acciones que derivaron en un enfrentamiento final y en el criminal desenlace.
La investigación suma pruebas contundentes que se han ido sumando a la investigación y que dejan ver cómo sucedieron los acontecimientos hasta que apareció el cuerpo con los dos disparos.
El balazo en la cabeza fue mortal de necesidad y la herida en su mano izquierda pudo ser por un gesto de protección previo a un primer disparo.
Publicidad
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.