25 años de una herida que se abrió en Navidad

En esta mañana de 22 de diciembre León ha querido pararse para recordar. Junto al lugar donde ETA hizo volar por los aires el coche del comandante Luciano Cortizo, la ciudad ha hecho memoria de aquella negra mañana con un homenaje militar.

Más sencillo que el del pasado año por la situación pandémica, Ejército y ciudad han llevado a cabo una parada militar en la calle Ramón y Cajal, en la fatídica confluencia con Renueva.

Precisamente en ese atentado su hija Beatriz sufrió graves lesiones, y este miércoles tenía palabras de reconocimiento a la ciudad.

«Se agradece todo esto, queda agradecer a la ciudad de León, que estuvo aquel día y seguirá estando, por lo que nosotros seguiremos estando para lo que se nos necesite», apuntó Beatriz Cortizo.

«Le decía a Beatriz y a su madre que es obligación de un pueblo tener memoria y recordar, porque es la manera de conocer tus raíces y de poder avanzar», manifestaba el alcalde de León, José Antonio Diez, en un homenaje «de recuerdo a alguien que sufrió la injusta lacra del terrorismo».

La colocación de una corona de flores junto a la placa de homenaje culminó un acto con el que León busca no olvidar aquella mañana en la que la sinrazón del terrorismo abrió una herida que aún sigue costando cerrar.